Iberia afirmó ayer que ha perdido alrededor de 18 millones de euros por la huelga de pilotos de esta semana, pero que ahorró unos 12 al negociar el fin prematuro de los paros.
El director general de Iberia, Enrique Donaire, dijo en una entrevista con el diario El País, publicada este sábado, que la aerolínea había cancelado 900 vuelos durante la huelga que comenzó el lunes y estaba previsto que durara hasta el domingo.
El sindicato de pilotos Sepla firmó un acuerdo el miércoles por la tarde para finalizar la huelga tras recibir garantías por parte de la empresa de que el lanzamiento de la nueva aerolínea de bajo coste, Catair, no implicaría pérdidas de empleos.
El acuerdo no incluía una petición del Sepla de un incremento anual del salario del 2 por ciento por encima de la inflación, pero garantizó los contratos de los pilotos hasta que expire el acuerdo en 2011.
No obstante, Donaire explicó que los términos y condiciones de los nuevos pilotos no serían los mismos.
«Las condiciones laborales de los pilotos que se incorporen a Iberia deben cambiar. Es un problema complejo que necesita maduración, pero Iberia no puede competir con una mano atada a la espalda», dijo al diario.
Donaire añadió que las negociaciones con el Sepla no ha alterado sus planes para Catair, que debe comenzar a volar desde El Prat en octubre.
La compañía tendrá 50 rutas, transportará 10 millones de pasajeros al año, a final de 2008, dijo. «No la definiría como de bajo coste, ya que compartirá códigos con Iberia y operará en aeropuertos principales», dijo. «Es un modelo híbrido que será muy eficiente y productivo para dar la batalla a Ryanair y Easyjet, con precios entre medias de las dos».
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