CC.OO. y UGT se muestran escépticos ante la llegada del Opel Combo a la planta de General Motors (GM) en Figueruelas, al trasladarse la producción desde Azambuja (Portugal). Ambos sindicatos piden «prudencia» y se niegan a hacer estimaciones sobre el número de puestos de trabajo que esto podría propiciar.
El secretario general de la Federación de Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT en Aragón, Luis Tejedor, apuntó hoy que «hay que tener respeto
para los trabajadores de Portugal», y recordó que en la planta de Azambuja trabajan 1.200 personas, y otras 500 dependen de las instalaciones lusas.
La localidad «es muy dependiente de la factoría del Combo», indicó Tejedor. «Si nosotros hacíamos estudios sobre cómo repercutiría que no se hiciera el Meriva en Zaragoza y veíamos que era un drama económico y social, es de imaginar lo que puede suponer allí», argumentó.
«El que estemos aquí haciendo ya cuentas, cuando en realidad todavía están los trabajadores y el Gobierno portugués dando cifras –continuó Tejedor– es una falta de respeto a esos trabajadores». Además, recordó que la jornada de huelga convocada por unanimidad por el comité de empresa ha sido «la movilización más importante que se ha hecho en ningún centro de Opel en defensa de los trabajadores».
Tejedor pidió «prudencia» y «dar tiempo al tiempo», ya que señaló que «de momento lo que ha anunciado la empresa es que cierra la planta en Portugal, pero no ha dicho nada de que los componentes no se vayan a hacer allí». El secretario general de MCA-UGT señaló que «estamos en el terreno de las conjeturas y estos son temas muy sensibles en los que tiene que primar sobre todo el respeto a la gente que tiene el puesto de trabajo».
«Quien conoce cómo va a organizar si viene o no el Combo y cómo se hará es la dirección de la empresa», continuó Tejedor, «y hasta ahora oficialmente no ha dicho a nadie nada». Por ello, consideró que no se puede «aventurar un número u otro de trabajadores». «Quien esté comentando esos temas simplemente le salva la ignorancia», apuntó.
Por su parte, el secretario general de la Federación Minerometalúrgica de CC.OO. en Aragón, Salvador Salas, consideró que «con el Combo se está haciendo una bola que no sé si se va a corresponder al final con la realidad». Para Salas «el Combo va a venir aquí porque supone un ahorro de costes logísticos, pero también lo que va a suponer es que va a tener un recargo de prestaciones económicas y sociales».
Respecto a las conjeturas sobre el número de trabajadores que podrían incorporarse a la plantilla de GM con la llegada del Combo, Salvador Salas consideró que «se están barajando unas cifras –el consejero de Economía, Alberto Larraz, habló de 800 empleos– que no son más que meras hipótesis», y concluyó diciendo que tiene «serias dudas sobre ese volumen de empleo que se está barajando, no creo que vaya a ser para tanto».
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