Los países de Europa y del África central y occidental aprobarán mañana una declaración política y un plan de acción sobre migración y desarrollo para los próximos cuatro años en el que los primeros aceptan favorecer los flujos legales de inmigración a cambio de un compromiso africano por las readmisiones de ciudadanos que llegan ilegalmente a Europa así como una ayuda en la identificación de estos últimos.
La Conferencia euroafricana que mañana concluye en Rabat (Marruecos) creará un comité de seguimiento del plan de acción con un plazo de cuatro años para valorar los resultados de esta primera reunión. Dicho plan establece una serie de medidas concretas a corto y a medio plazo que abarcan todas las dimensiones del fenómeno migratorio.
En lo que se refiere a la lucha contra la inmigración ilegal, europeos y africanos ponen en marcha sistemas «eficaces» de readmisión a nivel bilateral y regional, junto con un apoyo logístico a la identificación de los inmigrantes irregulares, la instauración de un sistema de alerta precoz y el desarrollo de mecanismos de cooperación judicial y policial.
La parte europea se compromete a aceptar una migración legal y favorecer la permanencia de los jóvenes africanos en sus países de origen mediante la reducción de los costes del envío de remesas, el apoyo técnico a los emigrantes que deseen desarrollar un proyecto empresarial en sus países de origen y la creación, por ejemplo, de fondos de microcréditos y de un foro económico y comercial euroafricano.
Asimismo, los países europeos facilitarán el acceso de estudiantes africanos a universidades e institutos africanos y europeos y se marcan el objetivo de evitar la ‘fuga de cerebros’ en África estimulando el retorno de los estudiantes a sus países de origen. En este sentido, aceptan una «simplificación» de los procedimientos de migración legal y una «mejora» de la información sobre las necesidades del mercado de trabajo en Europa.
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