Los pilotos y la compañía aérea Iberia mantienen su desacuerdo tras un día de conversaciones en la sede del Ministerio de Fomento, en una negociación que ha reunido también a representantes del Gobierno.
El portavoz del Sepla-Iberia, Bernardo Obrador, y el director general de la aerolínea, Enrique Donaire, fueron lacónicos en sus manifestaciones a la salida del ministerio, que hicieron de forma apresurada.
Obrador, sin detenerse ante los periodistas, aseguró: «esto es largo, no hay acuerdo. Mañana continuaremos».
La reunión está convocada hoy domingo a las 10.30 horas en la misma sede ministerial.
Donaire, que también mostró prisas, fue aún menos conciso: «hay conversaciones, nada concreto». El director general de Iberia fue el primero en abandonar la reunión de esta tarde, poco antes de las 21.00 horas, tras casi cuatro de reunión.
Las conversaciones entre los pilotos y la compañía, con presencia de las autoridades ministeriales, comenzaron ayer hacia las 10.00 horas y se prolongaron por espacio de tres horas, sin que trascendiera el contenido de la reunión.
El secretario general de transportes, Fernando Palao, mostró a la salida de la reunión su confianza en que el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) e Iberia lleguen a un acuerdo que evite la huelga convocada para la próxima semana por el colectivo de pilotos.
De no alcanzarse un acuerdo y prosperar la huelga, convocada entre los días 10 al 16 de julio, el paro obligaría a la compañía aérea a cancelar 140 vuelos diarios, lo que podría afectar a 200.000 pasajeros, según los cálculos de aerolínea.
El conflicto surge tras el anuncio de Iberia de lanzar en octubre próximo la compañía de bajo coste Catair, al entender el colectivo de pilotos que la decisión puede afectar a la estabilidad de los puestos de trabajo de los 1.900 pilotos con que cuenta la aerolínea.
El sindicato de pilotos teme que se produzcan despidos o bajas por la creación de la nueva compañía, por lo que ha pedido a la dirección de Iberia que no siga adelante con el proyecto de lanzar al mercado la aerolínea de bajo coste.
El director general de Iberia, Enrique Donaire, ha manifestado en diversas ocasiones a EFE durante la semana pasada que la decisión empresarial de crear una compañía de bajo coste no va a afectar al colectivo de pilotos de Iberia, «porque no se va llevar a cabo ningún trasvase de ningún tipo de personal de la compañía de red a la nueva aerolínea».
Donaire se comprometió hace unos días a firmar ante notario que la creación de Catair no afecta a ningún puesto de trabajo de Iberia, algo que el presidente del SEPLA-Iberia, Bernardo Obrador, había solicitado reiteradamente a la empresa.
El sindicato de pilotos pide un compromiso por parte de la dirección de Iberia que garantice el mantenimiento de los puestos de trabajo y el sueldo de todos los pilotos hasta los 65 años y que la compañía esté dispuesta a avalarlo con todos los bienes que tiene a su disposición.
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