El 53% de los trabajadores con problemas con el alcohol y las drogas que son tratados en los programas de prevención de sus empresas están rehabilitados y trabajando, según las conclusiones del estudio «La actitud de las empresas españolas ante el alcohol y las drogas», elaborado conjuntamente por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de Comisiones Obreras y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y que fue presentado ayer en Madrid.
En dicho estudio, financiado por el Plan Nacional sobre Drogas, los trabajadores y técnicos en prevención de riesgos laborales y del departamento de recursos humanos de las 323 empresas encuestadas destacaron que los programas de prevención llevados a cabo ofrecen muy buenos resultados al «mejorar la salud y las relaciones laborales de los trabajadores».
Estos datos están relacionados con el hecho de que un 88% de los encuestados coincidieran en que el problema del alcohol y las drogas es muy importante. En este sentido, los resultados del estudio muestran como la empresa concibe que estos problemas pueden ocasionar «accidentes y una disminución del rendimiento», mientras que los trabajadores centraron su preocupación por los problemas de salud y los conflictos que pueden ocasionar.
«Problemas de horarios y turnos, riesgos de fatiga y tensión», así como «la rutina y la monotonía» fueron algunos de los factores destacados durante la presentación del estudio por el secretario confederal de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO, Joaquín Nieto, como consecuencias de estos consumos.
Por ello, los resultados mostraron como desde 1988 aumentó el número de empresas que se plantea el tema del alcohol y las drogas, disminuyendo la posibilidad de consumir alcohol durante la jornada laboral y disminuyendo la tolerancia. Así, el 57% de los trabajadores admitió que su empresa es tolerante ante los problemas que ocasionan estos consumos.
Además, aumentaron las iniciativas de intervención sobre el consumo de alcohol y otras sustancias, dándose entre un 80 y 91% de las empresas encuestadas, de ahí que se hayan creado «más grupos de trabajo, investigaciones sobre el consumo y más programas de prevención». De hecho, un 30% de las empresas no obligadas a tener un comité de salud lo tienen.
Otro de los datos más relevantes del estudio es el hecho de que un 67% de los encuestados considere que las condiciones de trabajo inciden en la drogodependencia, sobre todo las relacionadas con factores psicosociales de riesgo. Junto a esto, «la situación socio-familiar, la de la propia persona y los efectos que produce la sustancia consumida» son otros factores condicionantes.
A pesar de todo, el 70% de los directivos de recursos humanos afirma que estarían dispuestos a contratar «a una persona exalcohólica o exdrogodependiente», de ahí que haya una mayor conciencia de «la importancia de programas orientados a la asistencia y a la reinserción», según explicó Nieto.
Por último, el secretario confederal de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO destacó la necesidad de cambiar el artículo 54.2.f., que permite a la empresa «sancionar a los trabajadores, incluso con el despido», algo que Nieto consideró como «represivo». De hecho, el 61% de las empresas encuestadas no aplican dicho artículo, y el 75% prefieren optar por «medidas de rehabilitación».
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