Los pilotos de Iberia rechazan a Federico Durán como mediador en el conflicto laboral

La sección del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) en Iberia no está dispuesta a sentarse en la mesa de negociación con el catedrático de Derecho Laboral Federico Durán, designado por la compañía como mediador en el conflicto laboral con los pilotos que ha llevado a la convocatoria de una huelga entre el 10 y el 16 de julio. Sepla-Iberia, que engloba casi al 100% de pilotos de la compañía, no acepta a Durán «por una cuestión de coherencia, sentido
común y dignidad», declaró a Europa Press el responsable de la sección sindical en la aerolínea, Bernardo Obrador.

Obrador recordó que Federico Durán fue designado por el anterior Gobierno del PP como árbitro en el laudo que mantuvieron los pilotos con la dirección de Iberia entre 2001 y enero de 2005, y «dos meses antes de terminar el laudo, se permitió el lujo de manifestar por escrito en los medios de comunicación, firmando como catedrático de Derecho, que los trabajadores habían perdido la ultractividad de los convenios».

Por tanto, «según el informe escrito por Durán, los seis convenios en vigor desde hacía 30 años se habían perdido», argumentó el responsable de Sepla-Iberia, y apuntó que el catedrático realizó este texto por encargo de Iberia, «suponemos que del consejero delegado, Ángel Mullor».

Después, «Iberia utilizó el informe como arma en las negociaciones durante todo 2005, y él –Durán– se brindó a prestar esa arma», denunció Obrador. «Por tanto, es muy complicado que Durán se siente en una mesa y modere, intervenga o dialogue con nosotros, ya que no tiene credibilidad», añadió. El responsable de Sepla-Iberia afirmó que la sección sindical anterior destacó que la imparcialidad de Durán «en muchos casos ha brillado por su ausencia».

Obrador ha señalado que, por el momento, Iberia no ha hecho la propuesta al Sepla «ni por teléfono ni por papel ni de Federico Durán ni de nadie». Sin embargo, Iberia anunció el miércoles que contrató a Durán para mediar, con el fin de evitar el paro y como «una muestra de buena voluntad».

LA HUELGA

El sindicato de pilotos entiende que el inicio en octubre de operaciones de Catair –participada por Iberia– representa una «amenaza» para la continuidad de sus empleos, dado que «volará las rutas que Iberia abandone, tanto en Barcelona como en otros destinos». Sepla considera la nueva firma de bajo coste como una «filial encubierta del operador de bandera, cuya finalidad es la de «vaciar la producción de Iberia».

Las fechas elegidas por la sección del Sepla abarcan una semana completa –de lunes a domingo– en plena temporada alta, coincidiendo con uno de los mayores picos de demanda de transporte aéreo de todo el año con motivo de las vacaciones estivales de la mayoría de los españoles.

Los costes que la huelga ocasionará a la compañía se estiman en 35 millones de euros, según fuentes del sector, cinco millones por cada día de huelga, que el sindicatos de pilotos convoca por el inicio de operaciones de Catair –previsto para octubre– y «la amenaza» que para ellos representa para la continuidad de sus empleos.