El Instituto de Recursos Mundial (WRI, por sus siglas en inglés) acaba de editar una Guía para promover prácticas de eficiencia energética entre los directivos y los trabajadores que trabajan en las oficinas, con el propósito de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
La iluminación empleada en los centros de trabajo, el uso de los ordenadores o la calefacción son algunos de los factores que más inciden en el cambio climático,
según la Guía, que recuerda que las dos mayores fuentes de emisiones de dióxido de carbono en Estados Unidos son la electricidad y el calor (el 46 por ciento) y el transporte (el 31 por ciento).
«Ya que el impacto del cambio climático sobre el planeta se intensifica con el tiempo, es crucial comenzar a combatir sus efectos inmediatamente», destacan los autores del informe, Samantha Putt del Pino, Ryan Levinson y John Larsen.
Estos expertos también aseguran que la Guía será «un recurso inestimable para las empresas que quieran tomar medidas al respecto». «El empleo del uso eficiente de la energía también puede ayudar a construir el valor corporativo de una compañía», afirman en este sentido.
El documento recoge los estudios realizados por empresas como Citigroup, General Electric, Grapas o IKEA, entre otras, que han puesto en marcha programas para medir y controlar sus emisiones de CO2, logrando aumentar al mismo tiempo el ahorro energético.
Precisamente, el vicepresidente de Asuntos Ambientales de Grapas, Mark Buckley, destacó que el cambio climático es una cuestión «cada vez más importante para nuestros empleados y nuestros clientes». Además, Buckley alabó los instrumentos que ofrece el WRI ya que han permitido controlar las emisiones «de una manera rentable».
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