Las excelentes cifras obtenidas por los bancos de inversión en España durante el pasado ejercicio han provocado un incesante trasiego de ejecutivos en los últimos meses. En menos de un año han cambiado de cargo los presidentes de seis de las más importantes firmas de inversión en España.
El mercado de fichajes en la banca de inversión está tan caliente como lo estará el de futbolistas tras el Mundial de Alemania. Los últimos movimientos de calado han sido la salida de Eduardo Serra, presidente de UBS Equities en España, la de Jorge Delclaux, hasta hace unas semanas máximo ejecutivo de Rothschild en la Península Ibérica, y la llegada de Luis de Guindos a la presidencia de Lehman Brothers en España. No son los primeros cambios de un sector en efervescencia. Ni serán los últimos.
En apenas 12 meses ha habido otros muchos fichajes de ‘galácticos’ en la banca de inversión. El más sonado fue el de Fernando Abril-Martorell. El antiguo consejero delegado de Telefónica se hizo cargo en agosto de 2005 de la presidencia de Credit Suisse en España, tras un profundo proceso de reestructuración afrontado por la firma en los dos años anteriores.
‘El mercado de operaciones corporativas está muy movido’, explica Ignacio Muñoz Alonso, máximo ejecutivo de Rothschild en España después de la salida, la semana pasada, de Jorge Delclaux. ‘Cuando hay mucha actividad, los profesionales se mueven mucho’.
Ignacio Bao, responsable de una firma de recursos humanos especializada en el sector financiero, coincide en el análisis. Los excelentes resultados de las firmas de inversión en sus tres negocios principales (banca corporativa, banca privada y mercados de capitales) han disparado la contratación de profesionales. El principal motivo es que la buena marcha de las tres divisiones obliga a ampliar los equipos. Aunque, según Bao, algunas entidades también cambian a sus primeros ejecutivos ‘para encontrar personas con un perfil más agresivo’, y así afrontar la creciente competencia.
A la conquista de Europa
Al buen momento del sector se une el aumento de la excelencia de los profesionales españoles, que ha provocado la promoción de algunos de ellos a puestos en las sedes centrales de sus respectivas firmas. Éste es el caso de Emilio Saracho, que ha dejado el puesto de presidente de JPMorgan en España para convertirse en el máximo ejecutivo de la entidad, a nivel europeo, en el área de banca privada.
Una situación similar ha protagonizado Eva Castillo, quien ha sido promocionada desde la presidencia de Merrill Lynch en España al cargo de responsable de banca privada de la entidad para Europa y el Reino Unido. Su salida de la firma de inversión estadounidense se suplió con la llegada de David Jiménez Blanco, quien ocupaba un cargo de responsabilidad en la central de Goldman Sachs en Londres.
Aunque los movimientos de los primeros espadas de cada firma son los más sonados, éstos están siempre acompañados con contrataciones de directivos de segunda línea. Tras la incorporación de Abril-Martorell, en Credit Suisse, por ejemplo, han decidido reforzarse en banca privada con el fichaje de varios profesionales provenientes de otras entidades.
Profesionales que se mueven al ritmo del mercado
Si el negocio bancario evoluciona siempre al compás de la economía, esta dependencia llega al extremo en el caso de la banca de inversión. Como ejemplo, baste decir que, tras el pinchazo de la burbuja de las puntocom en 2000 y el cambio del ciclo económico, las firmas de inversión estadounidenses suprimieron el 20% de los puestos de trabajo, según el The Wall Street Journal. A partir de 2003, las economías de todo el mundo remontaron el vuelo y las entidades especializadas en la banca corporativa volvieron a la carga con los fichajes. España no ha sido un caso aparte. ‘Los mercados financieros han tenido muchísimo movimiento, tanto en banca mayorista como en el negocio minorista’, explica Ignacio Bao, de la firma de selección Bao & Partners. Para este cazatalentos, especializado en los profesionales de banca, la recuperación del mercado es la principal causa del baile de directivos de los últimos meses. ‘Las divisiones especializadas en fusiones y adquisiciones han aumentado los equipos por el notable incremento de las operaciones. Algo parecido ha ocurrido con los departamentos centrados en financiación, espoleados por la proliferación de operaciones con deuda. A esto hay que añadir que, la buena marcha de los mercados de renta variable, ha obligado a todas las entidades a reforzar las áreas de instrumentos derivados y gestión alternativa’. Bao también apunta al aumento del número de ricos en España, ya que ‘la convergencia entre la banca privada y la corporativa es cada vez mayor y hay equipos y funciones compartidas’. Mientras el mercado siga moviéndose los fichajes continuarán, según las perspectivas de Bao & Partners, y el baile de directivos no acabará hasta finales de 2007.
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