El grupo General Motors, primer fabricante mundial de automóviles, estudia la posibilidad de trasladar parte de la producción del modelo Opel Corsa de la planta zaragozana de Figueruelas a una factoría que la multinacional pretende adquirir en Polonia.
Según un comunicado del Foro Europeo de Trabajadores de General Motors, el presidente de la filial europea del grupo, Carl-Peter Forster, ha comunicado a los representantes de los empleados que la compañía pretende cerrar la adquisición de una planta en Varsovia a finales de este mes.
Forster indicó que la corporación prevé producir vehículos de la marca Chevrolet en las instalaciones de Polonia. Además, planea «deslocalizar entre 40.000 y 50.000 unidades del actual modelo Corsa de Zaragoza en una primera etapa», según el comunicado.
La capacidad de producción de Figueruelas ronda las 500.000 unidades y la factoría fabrica actualmente los modelos Corsa y Meriva, por lo que los planes de General Motors pueden suponer el traslado del 10% de la producción, informa hoy el diario ‘El Economista’.
La fábrica aragonesa ha comenzado recientemente la producción de la nueva generación del Opel Corsa, y el pasado mes de febrero resultó adjudicataria de la producción del nuevo Opel Meriva, modelo por el que competía con la planta polaca de Gliwice.
Además, según indicaron a Europa Press fuentes conocedoras de la situación, Figueruelas es la principal candidata a recibir la producción del Opel Combo si General Motors decide oficialmente cerrar la planta portuguesa de Azambuja, que emplea a unos 1.100 trabajadores.
La intervención del primer ministro portugués, José Sócrates, ha llevado a General Motors a retrasar el anuncio oficial del cierre de la planta de Azambuja, según recoge la prensa de Portugal.
Para el presidente del comité europeo de General Motors, Klaus Franz, «la única razón para posponer el anuncio oficial (del cierre de Azambuja) es hacerlo durante las vacaciones de la plantas en Europa».
El Foro Europeo de Trabajadores de General Motors sostiene que la dirección del grupo está presionando a los trabajadores de Figueruelas para que acepten el cierre de Azambuja, pues la planta aragonesa sería la beneficiada del traslado de la producción del Combo.
Sin embargo, advierte de que la decisión de deslocalizar el Combo por dos años a Zaragoza tiene el propósito de destruir la unidad de los trabajadores de la planta portuguesa y de la fábrica española.
En este sentido, Klaus Franz aseguró que defender la planta de Azambuja significa para los trabajadores europeos y para el comité de empresa europeo defender su propio futuro. «Por ello, nos oponemos a cualquier plan de la dirección de deslocalización del Corsa de Zaragoza y a la instalación de sobrecapacidad de forma simultánea en Europa oriental y en Asia», concluyó.
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