El presidente director general de Renault España, Juan Antonio Fernández de Sevilla, advirtió hoy a los sindicatos de que el próximo año habrá que negociar un nuevo convenio colectivo para la compañía de la marca del rombo que tendrá que ser «exigente» para poder cumplir uno de los compromisos de futuro adquiridos por la empresa, rebajar los costes de fabricación un 12% estipulado en el denominado ‘Renault Contrat 2009’.
Así de tajante se mostró hoy Fernández de Sevilla, que, tras reconocer que rebajar los costes de fabricación de los vehículos es una tarea «muy difícil» que todavía no sabe cómo se va a afrontar, explicó que esta reducción de costes afectará tanto a los costes salariales como a «otras muchas cosas», como las amortizaciones de los equipos industriales, los contratos de limpieza o las energías, a excepción de la logística.
«¿Cómo lo vamos a obtener? No lo sé, es muy duro», manifestó Fernández de Sevilla, que tras recordar que el Grupo Renault ya ha empezado a trabajar en esta estrategia, advirtió de que o se reducen los costes de fabricación un 12% «o nuestro futuro no está claro» ya que, según sus palabras, las exigencias del ‘Contrato 2009’ son tan elevadas que hacen que la situación de Renault España sea de «libertad condicional».
Por este motivo, el presidente director general de Renault España se mostró convencido de la necesidad de que empresa y sindicatos firmen el próximo año un nuevo convenio ya que con el actual, que expira en el ejercicio de 2006, es imposible alcanzar esta reducción de costes. «Si no somos capaces de ponernos de acuerdo y de negociar un convenio vamos mal o si el convenio que firmamos no dota a la empresa de lo necesario para que esto sea posible», advirtió Fernández de Sevilla, para quien «el mejor convenio es aquel que deja descontentas a las dos partes».
En este sentido, reiteró su convencimiento de que la mejor forma para llegar a un buen convenio a partir de 2007 es dibujar «una línea muy sutil» en la que concuerden los intereses legítimos de los trabajadores y la necesidad ineludible de rentabilidad permanente de la empresa y «si no, no seremos capaces de reducir ese 12 por ciento».
Dicho esto, Fernández de Sevilla recordó que Renault España ya ha vivido con anterioridad exigencias tan importantes como la que ahora se pone sobre la mesa y que «entre todos fuimos capaces de hacer» por lo que se mostró convencido de que el hecho de saber que este nuevo reto es difícil no significa que no se pueda conseguir. «Lo conseguiremos», sentenció el máximo responsable de la compañía del rombo en España, que considera que todas estas exigencias no extrañarán ni a trabajadores ni a sindicatos.
100.000 COCHES MENOS EN 2006.
Respecto a la producción de vehículos en las fábricas de Valladolid y Palencia, de las que en la actualidad salen los turismos Modus y Mégane, respectivamente, Fernández de Sevilla cifró las previsiones de producción para el ejercicio de 2006 en unas 325.000, lo que significa una reducción de 100.000 unidades respecto al año anterior, unas 12.000 por la caída de cadencia del Mégane normal cuando se cierra el ciclo y el resto por el ajuste de oferta y demanda en el caso del Modus.
En el caso concreto de la planta de Carrocería-Montaje, Fernández de Sevilla recordó la previsión de fabricar en estas mismas instalaciones unidades de Clio III e informó de que también se dedicarán a la producción del nuevo Modus, que, según aclaró, es algo más que el actual vehículo alargado en 19 centímetros. Tras reconocer que todavía no se sabe la fecha en la que se comenzarán a fabricar las primeras unidades del nuevo Modus, Fernández de Sevilla aseguró que este hecho se producirá «un segundo después de que sea posible porque lo necesitamos» y para ello están intentando acortar los plazos.
El presidente director general de Renault España tampoco pudo adelantar la cifra de las inversiones necesarias para adaptar las instalaciones de Valladolid al nuevo Modus aunque se mostró convencido de que no serán muy elevadas «porque si no las cuentas no saldrán». En un encuentro previo con los medios de comunicación de Madrid, Juan Antonio Fernández de Sevilla descartó totalmente la posibilidad de que la planta de Valladolid fabrique el Nissan Micra, un modelo de la alianza que comparte la plataforma con el Modus y con el Clio.
Respecto al nuevo Mégane que saldrá de la planta palentina de Villamuriel de Cerrato, para la que hay unas perspectivas «muy ambiciosas», el máximo responsable de Renault fue tajante: «vendrá cuando tenga que venir».
Preguntado por la evolución de empleo en Renault, que cerró el ejercicio de 2005 con 12.424 empleados, Juan Antonio Fernández de Sevilla se mostró convencido de que habrá un crecimiento de la plantilla «pero en su momento». Así, previó más contrataciones en Palencia para hacer frente a la producción del nuevo Mégane pero insistió en que a corto plazo con el objetivo de mantener la producción no está previsto un aumento de la plantilla, «tampoco una disminución de efectivos», aclaró.
CONTRATOS EVENTUALES.
Juan Antonio Fernández de Sevilla aprovechó la ocasión para plantearse qué hubiese pasado con Renault si no hubiese contado con las medidas de flexibilidad contempladas en el actual convenio colectivo y con unos 2.000 empleados eventuales hace un año. «Estaríamos hablando de un problema mayor», aseveró el presidente director general de Renault España, que insistió en que en la actualidad la industria del automóvil no puede funcionar sin un colchón determinado de eventuales, «indiscutiblemente superior al que tenemos ahora –unos 300 empleados–, que es prácticamente nada».
Por último, Fernández de Sevilla mostró su confianza en que la situación de producción por la que atraviesa la planta de Carrocería Montaje responda «a la parte baja de un ciclo y no haga falta nada más» ya que «nos hemos quedado sin muchas de las posibilidades de flexibilidad que teníamos».
«Esperamos poder reconstruir esto hasta llegar al óptimo teórico lo antes posible», sentenció Fernández de Sevilla, que informó de que los planes de Renault pasan por fabricar 220 unidades de Clio III en el momento de su lanzamiento –el contrato se firmaría a partir del 29 de septiembre «si las cosas salen bien»– y, a partir de esa cifra, se fabricarán todas las unidades de Modus que exija la demanda para mantener las cifras actuales (560 unidades/día).
«Si hay más necesidad de Modus pasaremos por encima de los 560, cosa que espero y confío que suceda cuando además del Modus tengamos el nuevo modelo», concluyó Fernández de Sevilla.
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