Un estudio sobre discapacidad y tecnologías de la información apuesta por la ética para evitar que en el sector de las telecomunicaciones estas nuevas herramientas se conviertan en «un peligro de exclusión».
Para el profesor Juan Reig, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) abrigan una “dualidad”: pueden constituir grandes aliados para las personas con discapacidad o en situación de dependencia, pero también pueden provocarles “grandes barreras”.
El profesor Reig es el coordinador del informe ‘TIC y discapacidad: dependencia y diversidad’, publicado por la Fundación Vodafone.
Según explica, “muchas veces, la sociedad de la información se construye sobre pilares de exclusión para este colectivo de personas dependientes, discapacitadas o de diferente condición”.
La dependencia severa y grave afecta en España a cerca casi 1,2 millones personas, de las cuales 826.000 tienen más de 65 años.
Sabiendo que existen 1,6 millones de personas que necesitan algún tipo de ayuda para realizar actividades en su vida diaria, “el desarrollo tecnológico debe orientarse también a facilitar la vida dependiente”.
El informe destaca en este sentido la necesidad de «infoincluir» a estos grupos en la sociedad de la información con la finalidad principal de facilitar su vida a través del desarrollo tecnológico.
Asimismo, proporcionar y promover nuevos servicios de soporte personal y social que mejoren la calidad de vida «es una responsabilidad tanto de las instituciones públicas como de organismos privados», señala Reig.
En este sentido apunta el concepto de “inteligencia ambiental” como elemento a tener en cuenta «en un futuro no muy lejano» en las relaciones con el entorno, para facilitar a todas las personas su vida diaria.
A su juicio, se habla cada vez más de «espacios que permitan una vida independiente, libre, autónoma para todas las personas». El informe repasa precisamente lo que ha ocurrido en las TIC en los últimos años, que constituye «un paso muy importante en este sentido».
«Lo importante es normalizar los sistemas y diseñarlos para todos, con los mismos estándares», afirma. En esta línea, el reto de las nuevas tecnologías «es la atención a la dependencia», lo que es, además, «una gran oportunidad para la innovación y la creación de cosas nuevas».
La Fundación Vodafone ha reunido en este informe el análisis de expertos pertenecientes al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, la Comisión Europea, las Universidades Politécnicas de Madrid y Valencia, Cruz Roja, ONCE, la Confederación Nacional de Sordos Españoles (CNSE), la Plataforma Representativa Estatal de Discapacitados Físicos (PREDIF) y la Fundación Red Especial España, recogiendo las ideas que puedan ser útiles para mejorar la calidad de vida de los grupos vulnerables.
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