Los ministros de Trabajo de la Unión Europea tratarán hoy, otra vez, de alcanzar un acuerdo sobre la duración máxima de la jornada laboral, aunque las posibilidades de que se cierre un compromiso son escasas, ya que se mantiene el enfrentamiento entre un grupo de países liderado por el Reino Unido, que defiende que se mantengan las excepciones al límite de 48 horas semanales, y otro, liderado por España, que quiere suprimir progresivamente el denominado ‘opt-out’.
Esta fuerte división hizo fracasar el pasado diciembre el primer intento de aprobar la directiva sobre tiempo de trabajo, pese a que la mayoría de países están muy interesados en cerrar un compromiso para cambiar el tratamiento de las guardias laborales. El Tribunal de Justicia de la UE ha dictaminado en diversas ocasiones que las guardias deben considerarse tiempo de trabajo, y la directiva se reforma precisamente para evitar los elevados costes que tendría la aplicación de estas sentencias en sectores como la sanidad.
Para intentar deshacer el bloqueo, la presidencia de turno, que corresponde a Austria, ha presentado una nueva propuesta de compromiso que mantiene las excepciones a la jornada laboral de 48 horas semanales, tal y como pide el Reino Unido. No obstante, defiende que el recurso al ‘opt-out’ debe ser excepcional, y sólo podrá utilizarse cuando no sea suficiente con calcular la media de la jornada laboral en el periodo de un año, en lugar de en cuatro meses como sucede actualmente.
También se dice en los considerandos de la norma que las excepciones sólo se permitirán cuando haya razones objetivas que lo exijan, como la escasez de mano de obra.
Además de España, otros nueve países (Bélgica, la República Checa, Grecia, Finlandia, Francia, Luxemburgo, Portugal, Suecia y Hungría) se oponen a esta formulación y exigen que, al menos, se definan en el articulado las razones objetivas que justificarían el recurso a la jornada laboral de más de 48 horas semanales. España insiste además en que debe figurar una fecha para el final de cualquier tipo de excepción, y espera que Italia, tras el cambio de Gobierno, se sume también a este bando.
En lo que sí existe acuerdo es en la consideración que hay que dar a las guardias laborales. Los Veinticinco quieren que el periodo inactivo de las guardias, por ejemplo, cuando los médicos descansan en el hospital, no sea tiempo de trabajo, a no ser que se prevea lo contrario en las legislaciones laborales o en los convenios colectivos. No obstante, todavía hay un grupo de países que quiere que pueda computarse como tiempo de descanso, a lo que España se opone.
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