Inditex emitió ayer un comunicado en el que anuncia que ha puesto en marcha una auditoría específica sobre uno de sus proveedores en Portugal, que incluirá todas las comprobaciones necesarias para concluir la veracidad, «total o parcial», de los hechos reflejados en el semanario portugués «Expresso», que afirma que una empresa del Norte del país, que trabaja para Zara, utiliza niños de entre 10 y 14 años para coser zapatos de la marca gallega.
La empresa española asegura que, en caso de comprobase la veracidad de los hechos, se trataría de un «grave incumplimiento» del Código de Conducta de Talleres y Proveedores Externos de Inditex, «a cuyos términos se sujetan contractualmente todas las empresas proveedoras» del grupo.
La marca gallega asegura que estos presuntos incumplimientos del citado Código de Conducta supondrían la «inmediata finalización» de cualquier relación comercial con el proveedor, sin perjuicio de acciones posteriores derivadas del incumplimiento contractual.
De acuerdo con la información disponible hasta el momento, Inditex cree haber identificado a la compañía que supuestamente ha incurrido en estos «graves incumplimientos», sociedad con la que la empresa española mantiene un contrato en el que se incluye «expresamente» el compromiso de ésta en cuenta al cumplimiento del Código de Conducta.
EMPRESA AUDITADA CON RESULTADOS FAVORABLES.
Inditex recuerda que la empresa portuguesa fue auditada en el marco del proceso de auditoría de la cadena de suministro del grupo en el último año con «resultados favorables». «En el caso de ser ciertos los incumplimientos del Código, fueron expresamente ocultados al sistema de control de proveedores de Inditex», asegura la empresa gallega. Por todo ello, ha puesto en marcha una auditoría específica para esclarecer la situación «en el menor plazo de tiempo posible».
«Inditex mantiene desde hace muchos años una relación importante con el sector de fabricación de textil y calzado en Portugal, donde cuenta con una destacada base de proveedores de calidad contrastada y cumplimiento estricto de su Código de Conducta», concluye el comunicado.
El semanario luso «Expresso» publicaba en su edición de ayer que una empresa de la zona portuguesa de Felgueiras, en el norte del país, que trabaja para la multinacional española Zara utiliza niños de entre 10 y 14 años para coser zapatos de la marca gallega.
Según denuncia «Expresso», los niños trabajan en sus casas acompañados por toda la familia y por cada zapato cosido a mano reciben 40 céntimos. El rotativo informó asimismo de que esta práctica de trabajo infantil es habitual en la zona norte de Portugal, especialmente entre Guimaraes y Celgueiras.
Gracias al número de serie inscrito en los zapatos fotografiados por «Expresso» la multinacional española pudo identificar la fábrica que realiza estas prácticas en Felgueiras, aunque no quiso dar a conocer su nombre.
Inditex afirma que sólo en el último año 400 empresas externas de varios puntos del globo dejaron de trabajar para ellos por violar el código de conducta del grupo sobre trabajo infantil, libertad de asociación, salud, seguridad y medio ambiente. Además, insiste en que el caso denunciado por la publicación podría tratarse del caso de un fabricante que habría desviado carga de trabajo al ámbito doméstico, donde las familias, por su parte, podrían haber desviado la tarea a sus hijos.
El calzado cosido a mano en las casas particulares procede de fábricas que lo transportan y distribuyen a través de intermediarios por diversas casas de la región de Vale Doave. «Al final del día, la misma furgoneta que los dejó va a recoger la obra cosida y a cambio entrega más zapatos para coser», explica al semanario José Guimaraes, dirigente del Sindicato del Calzado en Guimaraes.
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