El Gobierno de Colombia y las Administraciones de Bogotá y Medellín buscan fomentar la inserción laboral de los miembros desmovilizados, ex-miembros de los grupos armados ilegales de Colombia, con una propuesta realizada al sector privado de incentivos. También les animan a crear su propia empresa.
Esta experiencia ya la realiza la empresa Tarjetas Imaginación, que emplea 25 jóvenes ex guerrilleros y ex paramilitares, como parte de su programa de responsabilidad social. Esta compañía realiza una gran inversión en la formación de los trabajadores, reseña la prensa local.
Sin embargo, la compañía no parece compartir la ‘oferta’ del Gobierno de animar a los desmovilizados a crear empresas por la escasa confianza del sector financiero a la hora de concederles un crédito o del propio mercado para integrarlos. «El sector privado es el que debe apoyarlos y el Gobierno con ayudas a estas empresas», señaló la fundadora de Tarjetas Imaginación.
Estos jóvenes reciben formación por parte del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y asesores de la oficina del Alto Comisionado para la Paz en temas relacionados con la Administración de empresa, gestión empresarial y desarrollo tecnológico.
El principal obstáculo que afronta este tipo de programas es el bajo nivel de escolaridad de la población objetivo, ya que más del 80 por ciento no tiene la educación básica primaria por haber entrado a formar parte de estos grupos ilegales siendo muy jóvenes.
‘Reincorporación a la vida civil de personas y grupos alzados en armas’ es el programa que adelanta el Ministerio del Interior y Justicia, que otorga dos millones de pesos a cada desmovilizado de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) o los grupos guerrilleros, explicó la asesora del programa, Margarita Jaramillo de Botero.
Para llevarlo adelante prevén vincular al sector privado, concretamente al financiero o a las ONG dedicadas al microcrédito, para que estas unidades productivas accedan a recursos baratos que permitan apalancar la actividad.
La mayor parte de los desmovilizados y reinsertados a la vida civil se encuentran en Bogotá y Medellín, por ello las Administraciones diseñaron programas alternativos para incorporar a estas personas a la productividad de la región.
Las empresas privadas que contraten a desmovilizados recibirán incentivos tributarios y preferencias contractuales. También gozarán de los mismos las pequeñas y medianas empresas. La idea de dar apoyo a las empresas surge como alternativa para aquellos desmovilizados que no encontraban empleo.
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