La Comisión Europea ha adoptado hoy una comunicación para favorecer la creación de «trabajo digno» en los Estados miembros y también en terceros países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo, a los que exigirá el respeto de normas laborales justas en el marco de sus relaciones bilaterales, ya sean políticas o comerciales.
El Ejecutivo comunitario pretende impulsar así «empleos más numerosos y de más calidad, protección social, igualdad de oportunidades y diálogo social» dentro de sus fronteras pero también en países en desarrollo, puesto que constata que el «trabajo digno» comporta beneficios económicos y una mejor actividad comercial.
El documento que aprobaron hoy los comisarios tiene el título de «Promoción del trabajo decente para todos» y propone reforzar las políticas y programas que contribuyen a mejorar la condiciones de trabajo y de vida de los países en desarrollo y a promover políticas encaminadas hacia la globalización, los avances tecnológicos y la evolución demográfica.
«La mitad de los trabajadores del mundo gana menos de dos dólares al día, y no cuenta con protección social. La mejora del crecimiento económico no es una garantía para mejorar el empleo o reducir la pobreza. El progreso social y económico tienen que ir a la par» declaró el comisario de Empleo, Asunto Sociales e Igualdad, Vladimir Spidla.
Bruselas advierte que este nuevo documento de trabajo no se basará solamente en «la promoción de derechos mínimos en materia laboral», sino que «indica claramente la manera de promover el trabajo digno» por medio de «la promoción de la creación de empleos, mejora de la gobernancia y el diálogo social, la identificación y la resorción de insuficiencias, la mejora de la cooperación entre los actores principales y la reducción de la corrupción».
Para alcanzar estas mejoras, propone acciones concretas como medir y examinar las condiciones de trabajo en los países más pobres, evaluar el efecto del comercio sobre el empleo y reforzar la presencia del «trabajo digno» en la política de desarrollo y ayuda exterior de la Unión Europea.
En este sentido, la Comisión Europea insistirá sobre al necesidad del trabajo decente en todos los acuerdo y proyectos de cooperación que mantenga con países no comunitarios. Además, fomentará la cooperación entre las organizaciones regionales e internacionales, el mundo de los negocios y demás actores de la sociedad civil.
Pero el documento también aborda la situación laboral en los países desarrollados, señalando que la economía informal también pueden privar a los trabajadores de elementos que les garanticen un trabajo decente. Con el fin de acabar con esta situación, Bruselas pedirá a los países implicados la elaboración de una «hoja de ruta» con los puntos específicos a mejorar en la cooperación.
La Comisión publicará un informe sobre los progresos realizados por estos países en los meses del verano del 2008. La iniciativa surgió durante la cumbre de las Naciones Unidas del pasado mes de septiembre donde se afirmó que la globalización equitativa y el trabajo decente deberían de ser objetivos fundamentales de las políticas nacionales e internacionales así como de las estrategias de desarrollo.
Los comentarios están cerrados.