Tres son los requisitos para acceder a una pensión de jubilación completa de la Seguridad Social. Uno consiste en un periodo de carencia de 15 años de aportaciones al sistema; otro, en haber alcanzado los 65 años de edad; y el tercero, en tener cotizados 35 años para recibir el cien por cien de la prestación. La reforma que se avecina sólo endurece uno de ellos, el primero.
A partir de la entrada en vigor de los cambios, el período mínimo de cotización para generar la pensión de jubilación se definirá en 5.475 días (15 años) efectivos o su equivalente real en día/cuota. El compromiso se llevará a cabo a lo largo de cinco ejercicios. Los 15 años exigidos en la actualidad no llegan a 13 porque contabilizan las pagas extras. Es decir los 4.700 días de cotización efectiva, requeridos ahora, aumentarán en 77 días cada seis meses, de manera que al final del lustro se cumplirán los 5.475 días señalados.
Las variaciones también afectan a la jubilación flexible, pero mantienen la existencia de penalizaciones (coeficientes reductores) si el retiro se produce antes de que el trabajador haya cumplido los 65 años. Por el contrario, sí se alarga la carrera laboral más allá de esa edad la cuantía de la prestación aumentará. En todo caso, para cobrar el cien por cien de la pensión establecida acorde con la situación laboral del interesado es preciso que éste haya cotizado 35 años, condición que no se altera en la reforma.
El periodo de carencia, es decir el mínimo de cotización, nada tiene que ver con el período para el cálculo de la pensión, aunque en los dos casos se trata de 15 años. Este último es el tiempo laboral que el sistema tiene en cuenta para fijar el importe de la pensión sobre las retribuciones recibidas por el trabajador. El último acuerdo de pensiones consensuado entre patronales y sindicatos subió de ocho a 15 los años contabilizados. Desde entonces, UGT se ha opuesto a que se amplíe el periodo de cálculo, porque en la mayoría de los casos reduce la cuantía de la prestación. El trabajador suele ganar más al final de su carrera laboral que al principio.
Por otro lado, mientras los expertos comienzan a interpretar los cambios, el Gobierno, las patronales CEOE y CEPYME, y los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT tratan de cerrar los ‘flecos’ pendientes, para firmar cuanto antes el documento definitivo. Los tres interlocutores mantuvieron un nuevo encuentro este lunes y en próximos días cada negociador llevará el texto a su organización para que sea ratificado. UGT ya cuenta con el beneplácito de su comité confederal (máximo órgano entre congresos).
CCOO será el interlocutor con más problemas internos para respaldar la reforma. Pero todo indica que las dificultades se superarán, puesto que el sector mayoritario, encabezado por el secretario general, José María Fidalgo, apuesta por los cambios. Este martes se reunirán los secretarios de la comisión ejecutiva con responsabilidad concreta para analizar el proceso y los resultados
Los comentarios están cerrados.