La multinacional Adecco presenta los resultados del Indicador Laboral de Comunidades Autónomas Adecco (ILCA) del cuarto trimestre de 2005.
Este indicador, de periodicidad trimestral, elaborado por investigadores del IESE-IRCO, compara la situación de los mercados laborales de seis Comunidades Autónomas españolas utilizando cuatro variables: ocupación, que mide la creación de puestos de trabajo en relación con las necesidades de la economía en su conjunto, adaptabilidad del mercado a las variaciones de la oferta y la demanda y a otros cambios en el entorno micro o macroeconómico, apertura a los grupos de trabajadores considerados vulnerables (mujeres, jóvenes, etc.) y rendimiento, la relación entre las variaciones del salario real y la productividad, intentando anticipar la sostenibilidad de las tendencias del salario y el empleo.
Situación del mercado laboral
El Indicador Laboral (ILCA) ha experimentado su sexto incremento interanual consecutivo, que en esta ocasión ha sido de un 1,1%, situándose en 72,5 puntos. El mercado de trabajo está en el área de funcionamiento adecuado.
Este crecimiento tiene como base la creación de empleo, la reducción de la tasa de desocupación, el progreso en la incorporación de la mujer al mercado de trabajo y la disminución de la proporción de parados de larga duración.
Estos mismos factores serán los que provoquen un nuevo incremento interanual en el ILCA en septiembre, del 2,1%, lo que situará al Indicador en un máximo histórico, 73,6 puntos.
Valoración de la Reforma Laboral
A partir del tercer trimestre de 2006 cabe esperar las primeras repercusiones de la reciente Reforma Laboral firmada por el Gobierno, sindicatos y representantes de las empresas. En concreto, se apreciará una atenuación del crecimiento de la contratación temporal, una vez que entre en vigor el «Acuerdo para la Mejora del crecimiento y el empleo». No obstante, este tipo de empleos seguirá siendo la categoría con mayor crecimiento en el mercado laboral.
Resulta difícil cuantificar los efectos de la nueva norma, pero es previsible que exista un impacto inicial con motivo de las bonificaciones a la conversión de contratos temporales a indefinidos, y un segundo relacionado con los límites al encadenamiento de contratos temporales.
El impacto más inmediato sobre la contratación temporal se prevé que se produzca desde junio de 2006 hasta finales de este año. La supresión a partir de 2007 de los incentivos a la conversión de contratos temporales en indefinidos hará que aquellos empresarios que decidan realizar este cambio, lo hagan en el periodo gratificado con los incentivos. Sin embargo, la efectividad de las bonificaciones a la contratación indefinida dependerá de una conjunción de diferentes factores, tales como la necesidad de contratación por parte de empleadores y la mayor o menor disponibilidad de mano de obra desocupada en el sector y/o categoría de que se trate. En definitiva, se puede concluir que el impacto será mayor sobre aquellos puestos de trabajo más especializados, y menor en los de inferior cualificación.
Por otro lado, la Reforma Laboral presenta otros dos factores que ayudarán a ralentizar el crecimiento de los contratos temporales, aunque de una forma más tenue y dilatada en el tiempo en comparación con los anteriores incentivos. El primero son los límites al encadenamiento de contratos temporales, y el segundo son las bonificaciones a los contratos indefinidos iniciales a colectivos desempleados. El efecto de estos dos aspectos se prolongará en el tiempo ya que es en un periodo de 30 meses cuando será obligatorio hacer fijo a todo trabajador que haya encadenado dos o más contratos temporales con una duración superior a dos años en la misma empresa y en el mismo puesto. Con respecto a las últimas bonificaciones, la duración de las ayudas se amplía de dos a cuatro años, por lo que en ambos casos el impacto sobre la contratación se prolongará más allá de 2007.
Tasa de temporalidad
Uno de cada tres contratados es temporal. En marzo de 2006 la tasa de temporalidad fue del 33,3%, lo que supone un 1,5% más que en el mismo periodo del año anterior.
El 57% de los puestos creados en España en los últimos 12 meses fueron contratos temporales. Su participación en la creación de empleo se ha ido incrementando año tras año: en el periodo interanual que finalizó en marzo de 2005, los contratos temporales suponían el 47% de los nuevos puestos y en 2004 el 34%. Además, es la categoría ocupacional que crece más rápido. Sin embargo, su crecimiento ha ido ralentizándose en los últimos trimestres: en este periodo ha sido de un 10,9% frente al 12% registrado en el periodo interanual hasta diciembre de 2005 y un 13,9% en septiembre.
Por su parte, los contratos indefinidos han supuesto el 43% de los nuevos contratos, la participación más alta en los empleos creados en los últimos dos años.
Durante los próximos meses la desaceleración en el crecimiento de la temporalidad se consolidará: será del 6,7% en el periodo interanual hasta junio y 4% hasta septiembre. Igualmente, la tasa de temporalidad crecerá sólo 6 décimas interanuales en junio y será del 33,8% del total de los empleados; en septiembre no experimentará variaciones con respecto al año anterior, situándose en el 34,4%.
Productividad
Entre 1995 y 2005 la productividad creció a una media del 0,3% anual, por lo que en 2005 el trabajo de cada persona ocupada resultó sólo un 3% más productivo que hace 10 años.
La productividad no ha evolucionado igual en todas las ramas productivas: las vinculadas a la energía han logrado un aumento anual medio del 3,6%, en tanto que las industriales han conseguido una mejora sostenida de la productividad media de un 1,2% anual.
Otras ramas han tenido un comportamiento más irregular en la última década. La agricultura, por ejemplo, tuvo el crecimiento más importante entre 1995 y 2000, de un 5,8% anual, pero su productividad ha disminuido en un 0,1% anual en los últimos 5 años. Por su parte, los servicios de mercado tuvieron un peor comportamiento en el primero de esos lustros, con una caída anual del 0,7% de su productividad, y se recuperaron durante los siguientes 5 años a un ritmo del 0,3% anual. La media de la década fue un descenso del 0,2% anual, lo que implica que los servicios de mercado son uno de los responsables de la baja productividad española, a pesar de que allí se incluyen sectores como la intermediación financiera que han tenido una evolución positiva. La otra rama que, en gran medida, ha frenado el crecimiento de la productividad española ha sido la construcción, que experimentó caídas del 2,4% anual durante los últimos 10 años.
La caída de la productividad significa que el número de personas ocupadas aumenta más rápidamente que la producción. El ejemplo más claro es el de la rama de la construcción: en los últimos 10 años añadió a su plantilla un 43,4% más de trabajadores, pero el valor de su producción creció sólo un 33,1%. Igualmente, la hostelería experimentó un crecimiento en el número de trabajadores del 21,6%, mientras que la producción sólo aumentó en un 12,3%. Se trata de las ramas que más empleo han creado en los últimos años, haciendo que 2 de cada 3 empleos creados en España fueran para sectores en los que la productividad cae. Por el contrario, los sectores de energía, industria e intermediación financiera, que representan una cuarta parte del PIB español, experimentaron una contracción de puestos de trabajo del 2%.
Empleo inmigrante
Los inmigrantes continúan ganando terreno en el mercado laboral de nuestro país. En los doce meses que acaban en marzo de 2006, los extranjeros han obtenido casi la mitad de los nuevos puestos creados (el 48% del total), lo que supone un crecimiento interanual del 21,8%, con los que los trabajadores extranjeros en España ya suman 2.440.000. Esto equivale al 12,6% del total de ocupados en nuestro país, aproximadamente el doble que la media de los 15 países que integraban la UE antes de la ampliación de 2004.
Un dato a resaltar es que los extranjeros fueron los únicos que han creado empleo por cuenta propia, 3.500 puestos, lo que supone un incremento interanual del 1,6% mientras que los españoles destruyeron 7.800 empleos de este tipo. Aún así, la tasa de asalarización entre los inmigrantes es del 90,7% frente a la española, que es del 80,6%.
En cuanto a los asalariados, los extranjeros experimentaron un aumento interanual del 24,5% (434.600 nuevos puestos), y suponen el 13,9% del total de asalariados en España. Hay diferencias significativas en su participación entre el sector público y el privado: en el público los inmigrantes han visto reducida su presencia en un 3,6% interanual y apenas ocupan un 1,4% del total de trabajadores, mientras que en el sector privado han experimentado un crecimiento interanual del 4,3% y son el 16,7% del total de empleados, es decir, 1 de cada 6.
Por origen, los trabajadores extranjeros con más presencia en España son los procedentes de Iberoamérica, que suponen el 51% del total de inmigrantes ocupados (y el 6,5% del total de trabajadores en España). Los europeos no comunitarios representan el 19% de los empleados extranjeros y las personas procedentes de países del resto del mundo, sobre todo de Marruecos, el 18%. Los ocupados procedentes del resto del mundo son los que han aumentado su presencia en mayor medida.
Entre los distintos grupos, los europeos comunitarios son los que tienen una tasa de asalarización más baja, el 75,3%, lo que significa que el 24,7% de los trabajadores europeos de la Unión que trabajan en España lo hacen por cuenta propia.
Creación de empleo
El empleo sigue viviendo en los primeros meses de 2006 un crecimiento importante. En el periodo de 12 meses que acabó en marzo 907.000 personas han conseguido empleo, lo que supone un 4,9% más que en el mismo mes del año anterior. La cantidad de personas con empleo en España ha alcanzado los 19.400.000, una nueva marca histórica.
Sin embargo, el número de personas que ha abandonado la situación de paro fue sólo de 164.000, tratándose de la menor disminución del último año (una reducción de desempleados del 7,8%).
El motivo de esta situación es que los nuevos puestos han ido a parar a personas que se incorporaban por primera vez al mercado laboral. Así, la población activa ha experimentado un crecimiento interanual importante, 744.000 personas (un 3,6% más), el mayor incremento de los últimos dos años.
Las previsiones indican que en los próximos meses la creación de empleo tenderá a moderarse, aunque su ritmo seguirá siendo más elevado que en años anteriores. Esta tendencia indica que el mercado laboral está entrando en una fase de normalización tras un periodo de incorporación de mano de obra excepcionalmente elevada. En junio, el crecimiento interanual será del 4,3% (804.00 nuevos empleos) y en septiembre del 3,8% (724.000 puestos). Si se cumplen estos pronósticos, el de septiembre sería el incremento menos pronunciado en dos años.
Esta moderación de la creación de empleo podría suponer que el número de parados no disminuya en los próximos meses, incluso podría llegar a aumentar en septiembre en 51.000 personas, lo que supone un 2,9% más interanual.
Empleo femenino
Las mujeres captaron más de la mitad (54,5%) de las ocupaciones creadas en los últimos doce meses, concretamente obtuvieron 495.000 nuevos puestos, lo que supone un crecimiento del 6,7% interanual. Este incremento supone una ralentización del ritmo de crecimiento interanual, ya que ha pasado del 7,7% en el segundo trimestre de 2005, al 7,1% y el 6,9% en el tercer y cuatro trimestre respectivamente, hasta el 6,7% en los tres primeros meses de 2006.
La tendencia seguida por el empleo femenino en los últimos trimestres se consolidará en los próximos meses y en septiembre se registrará el menor crecimiento de los últimos dos años, de un 5,7%.
Sin embargo, el crecimiento del empleo femenino será suficiente para que se alcance el récord histórico de 8 millones de mujeres ocupadas, un millón más que dos años atrás.
Empleo por edad
Durante los 12 meses hasta marzo de 2006 se han creado puestos de trabajo tanto para los menores de 25 años como para los adultos. Sin embargo, se aprecia un debilitamiento de la creación de empleo joven en beneficio de los adultos: si en el periodo interanual hasta septiembre de 2005 los jóvenes captaron 1 de cada 10 nuevos puestos, ahora la proporción es de 7 de cada 100 empleos. Hasta marzo se ha contratado a 62.000 jóvenes, un 3,2% más interanual.
Las proyecciones indican que la ralentización de la creación de empleo joven será más marcada en junio, creciendo un 2,7% interanual, (equivalente a 53.000 nuevos puestos) y en septiembre, un 1,6% (34.000 nuevas ocupaciones). Para el periodo interanual que termina en septiembre sólo 5 de cada 100 empleos serán para jóvenes.
Los adultos, por su parte, también experimentan un ritmo menor de crecimiento pasando de un incremento del 5,1% en marzo, al 4,4% en junio y al 4% en septiembre. Esta última es la menor variación desde finales de 2002.
Tasa de desempleo
La tasa de paro española se ha reducido de nuevo en términos interanuales, acumulando así 11 trimestres seguidos de caídas. En marzo, la misma fue de 1,1 puntos porcentuales, situándose en el 9,1%. Esta cifra es el mejor resultado para el primer trimestre desde 1979.
Las previsiones indican que es difícil que la tasa de desempleo siga reduciéndose al mismo ritmo que hasta ahora. Más bien se prevé una consolidación de los niveles actuales. En junio, la tasa disminuirá en 0,7 décimas interanuales y se situará en un 8,6% y en el 8,4% en septiembre, lo que supone sólo una décima menos que un año antes.
Tasa de desempleo femenino
Siguiendo la tendencia marcada desde principios de 2003, la tasa de paro femenina ha disminuido en mayor medida que la tasa media española: 6 décimas frente a las 4 décimas de la nacional. Esto favorece la convergencia entre ambas tasas, que en marzo han sido del 12,2% para las mujeres y del 9,1% para el total de trabajadores (una diferencia de 3,1 puntos).
Sin embargo, se prevé que en los próximos meses la tasa de paro femenina se reducirá menos que la tasa total: 6 décimas frente a la caída de 6 décimas de la tasa nacional en junio. Así, la tasa de desempleo será del 11,6% para las mujeres y no experimentará cambios en septiembre (será del 11,2%, el mismo nivel que en septiembre de 2005).
Tasa de desempleo juvenil
La tasa de paro juvenil ha registrado una reducción interanual de 3,1 puntos y se ha situado en el 18,7%, el mejor resultado para el primer trimestre desde 1978.
Para los próximos meses, la tasa de desempleo juvenil seguirá reduciéndose más rápidamente que la de la media española: tendrá una contracción interanual de 2,5 puntos en junio, situándose en el 17,9% y de un punto en septiembre, con lo que la tasa será del 17%. Esto supondrá también una reducción de la distancia entre esta tasa y la media española a menos de 9 puntos.
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