Juanjo Loroño, viceconsejero de Empleo del Gobierno vasco, ha criticado hoy la reforma laboral firmada ayer en Madrid por considerar que «apuesta por combatir la temporalidad de una manera más nominal que real» y que «sigue hurtando competencias relacionadas con el empleo al Ejecutivo de Vitoria.
El Gobierno vasco, además, tiene dudas «de que sea una herramienta realmente eficaz para hacer frente al problema de la temporalidad», y cree que «puede convertirse a medio plazo en un abaratamiento real del despido» con la consecuente «pérdida de derechos de los trabajadores».
En una rueda de prensa ofrecida hoy en la capital alavesa, Loroño se refirió a los aspectos más importantes de la reforma. En este sentido, respecto a la previsión del contrato con despido de 33 días de cómputo para la indemnización por año trabajado, y no de 45 como hasta ahora, dijo que «no tendrá un efecto determinante para las empresas en los primeros años de vida laboral de un trabajador».
Para el Gobierno vasco, habría que «buscar un compromiso entre flexibilidad y seguridad», para seguir creando empleo de forma estable, por lo que «debería pasar, dentro de un consenso, por un sistema diferente», que quizá permitiera «una menor indemnización en los primeros años,» pero que después otorgara «los mismos derechos a todos los trabajadores».
Sobre las bonificaciones encaminadas a contratar trabajadores fijos desde el inicio o a la conversión de temporales en fijos, Loroño entiende que, aunque supone «un avance» respecto a la situación anterior, «y más para las personas menos cualificados, porque se pasa de un sistema proporcional a un sistema lineal», no representan «ni el 50% de las que el Gobierno vasco viene otorgando a las empresas desde 2003».
Explicó que por hacer contratos indefinidos el Ejecutivo de Vitoria ha venido bonificando a las empresas con cantidades que oscilaban entre los 6.000 y los 7.500 euros, mientras que por convertir contratos temporales en indefinidos, las ayudas iban desde los 3.000 a los 3.750 euros. «Y estas ayudas son bastante más importantes que las que ahora se plantean en la reforma, porque la temporalidad en Euskadi no es diferente a las del resto del Estado», matizó.
Además, aunque a corto plazo estas medidas tendrán un efecto «dinamizador», no darán el fruto deseado y serán «insuficientes» para combatir la temporalidad. Asimismo, apreció que en la reforma falta un compromiso para atacar el fraude que puede darse en la contratación temporal.
En relación con la reducción de las cotizaciones por desempleo y Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), dijo que es una medida «consecuente con la situación actual del desempleo», pero agregó que «este hubiese sido el momento ideal de utilizar esto para crear un fondo especial de formación, para paliar el efecto de la deslocalización», destinado a los trabajadores de más edad y con más dificultad para incorporarse al mercado laboral.
«Esta reforma nos reafirma en la convicción de que es más necesario que nunca un Marco Vasco de Relaciones Laborales, que nos permita dar respuesta a los problemas del mercado laboral vasco, con la participación de los agentes que tienen representación aquí», anunció, ya que este plan se ha hecho «sin la participación de sindicatos mayoritarios en Euskadi», algo que es además «un hecho diferencial» de esta comunidad.
Además, desde el punto de vista de la representación empresarial, «Confebask representa a un colectivo con especificidades muy singulares, derivados de una estructura económica sectorial diferente también al de otras comunidades», añadió Loroño.
Por último, el representante del Gobierno vasco criticó también otra reforma prevista, como es el decreto para regular la Formación profesional Continua y Ocupacional, porque plantea «vaciar de contenido cualquier competencia en materia de empleo de las comunidades autónomas».
«Este no es el camino y por aquí no vamos a ir a ninguna parte, porque el Gobierno vasco reforzará, si fuera posible, el diálogo social los sindicatos y agentes para solucionar los problemas y deficiencias de nuestro mercado laboral», anunció.
«Valoramos de forma positiva la medida orientada a limitar el encadenamiento de contratos temporales. Se ha venido produciendo un fraude de ley y ponerle fin es una exigencia inexcusable», manifestó sin embargo el viceconsejero, quien añadió que con esto se evitará que los trabajadores tengan que enfrentarse a procedimientos legales para conseguir que se les reconozca su derecho a que el contratos temporal se transforme en fijo.
Preguntado sobre si el Gobierno vasco reactivará el diálogo social, dijo que «ya lo está haciendo desde el inicio de la legislatura», pero agregó que lo hay detrás de esta reforma «es uno de los aspectos que dificulta este diálogo», porque aquí la situación es «más complicada» que en el resto del Estado.
En este sentido, indicó que el objetivo del Ejecutivo es «acercar posturas para avanzar en la consecución de un Marco Vasco de Relaciones Laborales», y concluyó advirtiendo de que «el diálogo social no es lo mismo cuando se tiene capacidad normativa y cuando no se tiene».
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