El comité de empresa de Delphi Packard, empresa de componentes situada en Pamplona, ha convocado huelga indefinida a partir del próximo jueves 11 de mayo en protesta por el «desmantelamiento progresivo de la planta, la falta de proyectos a corto y medio plazo y la falta de un Plan Industrial que garantice el futuro».
Según explicó el comité, formado por 3 representantes de CCOO, 3 de ELA y 3 de UGT, el objetivo es que la multinacional presente un Plan Industrial que garantice el futuro de la planta y finalice el «desmantelamiento» iniciado en 1995, que ha supuesto «la pérdida de aproximadamente la mitad de la plantilla desde 1999».
Los sindicatos denunciaron que la primera actuación de la dirección tras conocer la movilización ha sido trasladar los moldes «más críticos» a su planta de Austria, lo que consideran «un claro intento de boicotear cualquier tipo de movilización». Este hecho ha sido denunciado ante la Inspección de Trabajo y será motivo de demanda en los Tribunales. Según dijeron, «muestra claramente el talante de una empresa que no duda en recurrir a cualquier medio legal o ilegal para conseguir sus objetivos».
Según el comité, la multinacional incumple sus planes – colocación de máquinas, volumen negocio etc- desde que en 1995 la empresa empezó a fabricar componentes como producto alternativo a la fabricación de cableados.
En 2000, Delphi Packard España firmó un nuevo plan industrial que afectaba a las plantas de Olvega, Belchite, Tarazona y Pamplona, y que garantizaba su actividad industrial hasta el 31 de diciembre de 2006. «La planta de Olvega fue cerrada a los pocos meses; las de Belchite, Tarazona y Pamplona han sufrido diferentes expedientes de regulación de empleo que han supuesto la pérdida de miles de empleos», agregó el comité, que da «poca credibilidad» a la empresa.
La de Pamplona ha sufrido tres expedientes de regulación de empleo y en 1997 se firmó un pacto de flexibilidad con medidas que no se han podido modificar. A esto se suma la reestructuración mundial del grupo, desvíos de producción y la falta o pérdida de proyectos, «que supondrán un excedente de personal que se está intentando solventar con bajas voluntarias».
Esto son los motivos que han llevado al comité de empresa a solicitar un Plan Industrial que garantice el futuro de la planta de Pamplona. No obstante, tras una reunión con la dirección alemana, la empresa sigue «sin garantizar ese futuro», puesto que se «limita» a mantener máquinas obsoletas y tampoco fija el empleo ni nuevos proyectos.
«La planta de Pamplona, que tradicionalmente ha venido dando beneficios, ha visto cómo incurría en pérdidas. Esto se ha debido no sólo al incremento de las materias primas sino, fundamentalmente, a otros factores impuestos por la multinacional», según considera el comité.
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