El centro de PSA-Peugeot Citroën reconoció ayer a través de un comunicado que la huelga del sector del metal en la provincia de Pontevedra ha provocado «importantes alteraciones» en la producción de la planta viguesa y de algunas de sus empresas proveedoras.
La firma automovilística recordó en este comunicado que las movilizaciones en el marco de un conflicto laboral deben partir del «previo respeto» hacia las libertades individuales y colectivas de los ciudadanos y de los trabajadores, al tiempo que hizo un llamamiento para que se evitaran acciones «irresponsables y violentas no justificables».
PSA-Peugeot Citroën señaló que el tejido industrial gallego debe construirse con «sensatez y respeto», y advirtió que si se actúa de otra forma, se daña de forma «irreparable» la imagen de la industria gallega y se comprometen el clima social necesario para un buen desarrollo de la actividad económica y la atracción de futuras inversiones en la provincia.
Por otra parte, la factoría viguesa instó a los representantes empresariales y sindicales a retomar el diálogo, y mostró su reconocimiento a los trabajadores de la planta y a sus proveedores, por su «ejemplar comportamiento».
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