Miles de guardias civiles se han concentrado hoy en la Plaza Mayor de Madrid, bajo el lema «Guardias civiles, por la dignidad y con la democracia», para pedir al Gobierno libertad y democracia para este cuerpo.
Según los organizadores, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la asistencia fue de 12.000 personas; la Delegación de Gobierno, por su parte, prefirió no ofrecer datos de participación.
El actor José Sacristán inició el acto con la lectura de un manifiesto en el que destacaba que «por primera vez en la historia de nuestro país, policías y ciudadanos venidos de todos los rincones de España y de Europa, organizaciones y entidades cívicas, partidos políticos y sindicatos, se han dado cita para refrendar un proyecto», que fue respondido con un grito unánime de «libertad», el mismo que se escuchó cuando se refirió a un cuerpo desmilitarizado.
Los congregados corearon gritos de «Zapatero embustero», «Arruche dimisión» y «Derechos ya», además de exigir el cumplimiento de las promesas electorales del PSOE sobre las reformas internas de la Guardia Civil.
El acto estuvo apoyado por UGT, CC OO, sindicatos policiales europeos, como EUROCOP, y españoles, como el mayoritario SUP, así como los de la Ertzaintza y los Mossos d’Esquadra.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, expresó el deseo de que este Cuerpo policial «disfrute de todos los derechos que tienen todos los trabajadores de nuestro país» y pidió que se resuelva «el problema de la aplicación del Código Penal de Justicia Militar» a sus miembros. Según Méndez, «se abre la esperanza de paz, de derechos civiles y sociales y los que van a protegerlos deben estar en la libertad».
José María Fidalgo, responsable de CC OO, se refirió a «los compañeros que dejaron su vida para conseguir que ETA se haya rendido ante vuestra fuerza y nuestra resistencia» y señaló que «hubo un tiempo en que no podían salir a la calle sin jugársela y dieron la cara».
La concentración concluyó con el discurso del presidente de la AUGC, Fernando Carrillo, bajo una intensa lluvia, en el que tras reiterar reivindicaciones, como la equiparación salarial con otros cuerpos policiales, se mostró dispuesto a «dialogar» y a «negociar» con el Gobierno.
«Defendemos nuestro trabajo, defendemos una guardia civil moderna, un cuerpo policial que se adapte a la realidad de hoy, que recupere la eficacia y que sepa frenar el incremento de la delincuencia rural que ha aumentado un 110 por ciento en los últimos años», señaló Carrillo, quien reclamó «una Guardia Civil que esté enteramente bajo control del Ministerio del Interior».
La AUGC reanudó su campaña de movilizaciones tras constatar que, transcurrido un año, seguían sin tramitarse el nuevo estatuto de derechos y deberes de los guardias civiles y la reforma del régimen disciplinario, para eliminar la sanción de arresto.
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