El juzgado de lo Mercantil Nº 5 de Madrid ha condenado a la empresa de selección de personal Fittest, vinculada a la empresa de trabajo temporal Selectiva ETT, por competencia desleal al incurrir aquélla en actos de engaño al mercado. La empresa citada fue demandada por la firma europea de búsqueda de profesionales Cátenon por actos contrarios a la buena fe, de confusión, de engaño, de imitación, de explotación de la reputación ajena y por violación de secretos. La sentencia, que es firme, obliga a dicha compañía a cesar en los actos de engaño al mercado en los que venía incurriendo desde su creación en 2003, por lo que queda así reconocida la originalidad y singularidad del sistema de búsqueda y selección de profesionales creado por Cátenon gracias a la mayor inversión en I+D realizada en el sector desde su creación en el año 2000.
Los hechos juzgados comienzan en mayo de 2003, dentro de la feria «Expo Management 2003», en la que Cátenon participaba con un stand propio de acceso restringido en el que informaba de su sistema exclusivo de selección a potenciales clientes interesados, y en donde prohibía expresamente el acceso al mismo a empresas proveedoras de cualquier tipo de servicio de recursos humanos para impedir que sus competidores pudieran acceder a parte del conocimiento de la experiencia y del sistema de selección propio desarrollado por Cátenon.
Así, la sentencia recoge que el director general de la empresa de trabajo temporal Selección Selectiva ETT, Alejandro Vigil Casco, ocultó en dicha feria su vinculación con el sector de los recursos humanos y, presentándose como director general de Cyforma, S.L., empresa de formación de manipuladores de alimentos, logró introducirse en el área reservada del stand de esta compañía y que el Director Comercial de Cátenon le realizase una presentación del método Cátenon de selección. Asimismo, Alejandro Vigil solicitó además que le remitieran dos propuestas que contenían los precios, clientes y sistemas de selección de Cátenon, que le fueron entregadas en las oficinas de Cyforma,SL, por lo que esta conducta de Alejandro Vigil ha sido calificada literalmente en la propia sentencia como «éticamente reprobable».
Un mes más tarde, el 25 de julio de 2003, el propietario de la ETT Selectiva, Alejandro Vigil Casco constituyó la sociedad Fittest S.A., cuya actividad era la selección de personal, atribuyéndose como «método propio» lo que la misma sentencia considera un método que se » limita a imitar» el método desarrollado por Cátenon y que en ningún caso puede presentarse en el mercado como innovador .
Consecuencias de la sentencia
La sentencia, que ya es firme, considera que Fittest ha cometido de manera probada «actos de engaño al mercado» al publicitar, sin ser cierto, en sus anuncios en prensa y otros soportes, que «Fittest tiene 10 años de experiencia» -cuando se creó en julio de 2003-, y que la empresa tiene «un sistema de selección innovador», prohibiendo expresamente a su empresa hablar de un «método propio» de selección. Por ello, en una sentencia absolutamente novedosa en el ámbito de los servicios profesionales, condena de manera firme a Fittest por actos de competencia desleal, debiendo ésta cesar inmediatamente en sus probados actos de engaño al mercado.
Para Rafael Alcalde , Director de Tecnologías de Cátenon «no es de extrañar que España esté a la cola de la Unión en inversión en I+D y tecnologías. La innovación es compleja y muy costosa y además en ocasiones resulta descorazonador ver cómo el mercado, a veces, no rechaza con la necesaria contundencia a aquellos que se aprovechan del esfuerzo y del trabajo serio y riguroso de otros, atribuyéndoselo como propio sin ningún rubor».
Según Pilar Llácer, Directora de Gestión del Conocimiento de Cátenon «sabemos que lo normal es pasar por alto estas actuaciones y así lo decidimos inicialmente, máxime cuando las hace un pequeña empresa familiar cuyo impacto económico en nuestra actividad es irrelevante. Sin embargo, entendimos que como compañía teníamos un deber social para, al menos, no fomentar conductas éticamente reprobables que al final hacen que muchas empresas tiren la toalla en sus esfuerzos por invertir en el desarrollo de métodos propios e innovadores en sus mercados. Por eso, a pesar de lo arduo del trabajo que tuvimos que afrontar de apoyo al equipo legal de Cátenon, el esfuerzo sin duda ha merecido la pena y nos anima extraordinariamente a no permitir que estas conductas se puedan realizar sin consecuencias legales».
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