Las Administraciones Públicas cerraron 2005 con un superávit de casi 10.000 millones de euros, el 1,1 por ciento del PIB en términos de Contabilidad Nacional, según los datos facilitados por el vicepresidente Solbes y por el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. El ministro de Economía y Hacienda ha explicado que el citado aumento ha sido resultado de un superávit del Estado del 0,36 por ciento del PIB y de un saldo positivo de la Seguridad Social del 1,06 por ciento. La diferencia entre ingresos y gastos prevista en 2006 –incluidas las cuentas de las autonomías, los Ayuntamientos y sobre todo la Seguridad Social, el verdadero causante del superávit– resulta favorable por primera vez.
Gracias a estos dos datos se pudieron compensar los déficit del 0,22 y del 0,14 por ciento registrado por las Comunidades Autónomas y las corporaciones locales, respectivamente. Tras calificar de “históricas” estas cifras, Solbes aseguró que en dos años el Gobierno socialista ha reducido el déficit “en mayor medida” que el Ejecutivo del PP en toda la legislatura anterior. Según ha explicado Solbes, junto con España sólo otro país, Finlandia, ha presentando unas cuentas públicas totalmente saneadas dentro de la zona euro. Solbes destacó que el superávit del conjunto de las administraciones públicas es un “verdadero hito” en la historia de la Hacienda española, ya que, por primera vez, se logra compatibilizar un sistema fiscal con una “alta capacidad recaudatoria” con un aumento del gasto en las partidas consideradas prioritarias.
Los datos del cierre de 2005, que el Gobierno enviará a Bruselas el 20 de marzo, superan ampliamente –según resaltó Solbes– las previsiones que el Gobierno había fijado. Así, el Estado pasa a tener un superávit del 0,39 por ciento del PIB, frente a una estimación de déficit del 0,5 por ciento, mientras que la Seguridad Social también mejora el superávit del 0,7 por ciento previsto con anterioridad. Con ello, el superávit total supera el 1 por ciento del PIB, frente al 0,1 por ciento que se estimó en un principio.
Esta diferencia entre las previsiones y los datos definitivos, según el Ministerio de Economía y Hacienda, responde al buen comportamiento de los ingresos impositivos, que crecieron una media del 14,1 por ciento, mientras que la demanda interna tan sólo lo hizo a un ritmo del 9,3 por ciento.
Tanto el superávit del Estado como el global, aseguró, “le será devuelto a los ciudadanos en forma de rebaja de impuestos” y permitirá seguir reduciendo la deuda pública y afrontar “en mejores condiciones” los retos del futuro, especialmente el envejecimiento de la población, declaró Solbes.
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