42 inmigrantes, que fueron detenidos por trabajar ilegalmente en Castellón en el mes de mayo, obtienen el permiso de trabajo

Un total de 42 de los más de 60 extranjeros que fueron detenidos el pasado mes de mayo tras desarticularse una red de inmigración ilegal en Oropesa del Mar (Castellón), en la que también fue arrestado un empresario portugués presunto responsable de las contrataciones ilegales en el sector de la construcción, ya han obtenido el permiso de trabajo y residencia, según ha explicado el responsable de Inmigración de Fecoma de CCOO en la Comunitat Valenciana, Luis Poveda.

Asimismo, apuntó que los otros 20 trabajadores para los que se solicitaron los permisos podrían tenerlos en un plazo de una semana o diez días. Esta regularización, según Poveda, responde a que el sindicato instó a estos trabajadores extranjeros a que presentasen reclamaciones por despido improcedente e iniciasen la solicitud de su legalización".

Así, dijo que "el proceso ha culminado de forma favorable" y consideró "muy positiva" la "celeridad" con que la Subdelegación del Gobierno en Castellón ha resuelto los expedientes a propuesta de la Inspección de Trabajo. Señaló que esto "denota que las leyes españolas reconocen los derechos de las personas, independientemente de que estén en situación irregular y siempre que se demuestre su relación laboral, tal y como ha ocurrido en este caso".

Las autorizaciones para estos trabajadores extranjeros serán por un un año, que puede prorrogarse, durante el cual trabajarán para la empresa Construcciones Castellón 2000, explicó Poveda. Asimismo, criticó la actitud del PP en materia de inmigración y aseguró que "está adoptando una actitud demagógica". Apuntó, al respecto, que no sabe "si es porque les interesa que estos trabajadores extranjeros continúen en situación irregular".

El representante sindical demandó a otros trabajadores inmigrantes que se encuentren en la misma situación que "no tengan temor y reivindiquen sus derechos". Por otra parte, Poveda rechazó "tajantemente" el binomio inmigración-delincuencia, lo que, en su opinión, "es una perversidad de determinados planteamientos que sólo buscan réditos políticos y lo único que provoca es crear actitudes xenófobas contra los inmigrantes".