El gigante suizo de la alimentación, Nestlé, ha anunciado que tiene intención de eliminar 645 empleos de su mayor factoría británica y trasladar la producción de algunas variedades de chocolate hacia otros países europeos, entre ellos España.
La multinacional trasladará la elaboración de los bombones Dairy Box a la planta cántabra de La Penilla, la más antigua de las que mantiene el grupo en España. El traslado no supondrá cambios relevantes para la factoría, según fuentes de la filial española consultadas por Europa Press.
La Penilla cuenta con una plantilla media de 700 empleados y tiene capacidad suficiente para asumir el aumento de la producción, según las citadas fuentes. Asimismo, indicaron que la decisión de recortar empleos en la fábrica británica 'no tiene ninguna relación' con el funcionamiento de la multinacional en España. 'Cada país tiene su propia estructura', recalcaron.
La factoría cántabra fue la primera que abrió la multinacional en España, hace ahora 101 años. Actualmente, en ella se elabora leche en polvo, leche y harinas infantiles, cacao soluble, chocolates y confitería.
España no será el único país que se beneficie del recorte de la producción en la fábrica británica de Rowntree, situada en la localidad de York. La compañía trasladará la producción de la enseña Smarties a Alemania y la de Black Magic a la República Checa. La elaboración de las marcas de chocolate Drifter y Matchmakers se trasladará a otras plantas británicas de la multinacional suiza, mientras que la planta de York conservará productos como KitKat, Milkibar o Aero.
Sus últimos chocolates no convencen
Los británicos prefieren el chocolate negro, con menos azúcar y más cacao, antes que las variedades con leche fabricadas por el gigante helvético. Nestlé ha intentado elevar sus ventas en el mercado británico a través del lanzamiento de nuevas enseñas, sin embargo no ha conseguido arañar cuota de mercado a compañías competidoras como Cadbury. Esta última adquirió el pasado año Green & Black, el fabricante de chocolate con mayor crecimiento en el Reino Unido, cuyas ventas se incrementaron un 25% durante la primera mitad de 2006.
La situación del mercado inglés ya obligó a Nestlé a anunciar en marzo el despido de 275 trabajadores en este país. Es un mercado 'extremadamente competitivo', reconoció el responsable de la unidad británica de Nestlé, Alastair Sykes. Además, destacó la menor competitividad de la fábrica afectada por los recortes. Los despidos anunciados ayer por la firma suiza se llevarán a cabo entre 2007 y 2008 y la mitad serán bajas voluntarias y prejubilaciones.
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