El informe “Left Behind Workers and Their Families in Changing Los Angeles” señala que el pago por la hora de trabajo promedio decreció en un 6.4% entre 1979 y 2005, mientras que en el resto de California aumentó un 5.9% en igual período.
Pero además, el trabajador latino típico obtiene sólo 50 centavos por cada dólar ganado por un empleado blanco, frente a los 66.7 centavos que ganaba en 1979. "Las condiciones han empeorado para todos los trabajadores de esta región, y todavía más para determinados grupos étnicos como los latinos y los afroamericanos", comenta Jean Ross Directora Ejecutiva de CBP.
A su vez, Ross señala que una de las raíces del problema es el cambio de una economía basada en la producción de objetos duraderos a otra basada en industrias como la comida o el comercio minorista.
Por ello, el giro que tome el actual debate migratorio tendrá mucho que ver con la evolución de esta tendencia: "una política que saque de las sombras a los trabajadores indocumentados puede prevenir la explotación de los mismos", dice Ross.
El estudio toma un lapso de 25 años para analizar fenómenos laborales y revela que la cuota de latinos aumentó del 22.7% que representaba en 1979 al 45.5% actual. Tan sólo en la década 1980-1990 el número de trabajadores de Los Ángeles nacidos fuera del país aumentó en más de 900 mil personas.
Según Ross, la relevancia de este factor a efectos salariales podría estar relacionada con el hecho de que entre los inmigrantes de primera generación los niveles de educación son más bajos, lo que los relega a trabajos peor pagados.
No obstante, aun los angelinos con buen nivel educativo ganan menos que el resto de los trabajadores californianos, obteniendo 86.7, y 96.2 centavos por cada dólar que ganan los demás trabajadores de California diplomados en escuela secundaria y universidad, respectivamente.
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