Los representantes del consorcio automovilístico alemán Volkswagen y el sindicato de trabajadores del sector de la metalurgia, IG Metall, comenzaron ayer sus negociaciones en la ciudad de Hannover para llegar a un acuerdo de convenios laborales en materia de jornada laboral.
Volkswagen pretende lograr el aumento de su producción incrementando el horario laboral de sus empleados de 28,5 horas semanales a 35 horas a la semana, sin que esto suponga un aumento del sueldo de los empleados. Las nuevas medidas del mayor consorcio automovilístico de Europa afectarían a casi cien mil trabajadores ocupados en seis plantas del Oeste de Alemania.
IG Metall, por su parte, se niega a aceptar un aumento del horario laboral si esto no implica una subida equivalente del sueldo de los empleados por Volkswagen.
Desde hace meses Volkswagen se esfuerza por hacer más rentable su marca, algo que según sus planes, podría suponer más adelante la reducción de la plantilla en 20.000 personas. Por el momento, 13.500 empleados ya han aceptado la salida del consorcio, mediante la jubilación o la indemnización económica.
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