Sindicalistas de 36 países europeos, reunidos en la Confederación Europea de Sindicatos (CES), celebrarán en mayo de 2007 en Sevilla su XI congreso, que se centrará en los problemas de la inmigración y lo que calificaron como 'emigración de puestos de trabajo' hacia naciones con menores costes laborales.
El secretario general de la CES, John Monks, dijo ayer en rueda de prensa que el congreso pretende contribuir a que 'Europa pueda abordar dos de los grandes problemas de nuestra época: la emigración y el libre movimiento de personas'.
El congreso fue presentado por el consejero andaluz de Empleo, Antonio Fernández, por Cándido Méndez, presidente de turno de la CES y secretario general de UGT, y por su homólogo de CCOO, José María Fidalgo, sindicatos que en España son miembros de la CES junto con ELA y USO.
La CES celebrará en Sevilla su XI congreso, que se reúne cada cuatro años, con asistencia de mil delegados en representación de 60 millones de trabajadores agrupados en 81 confederaciones sindicales y 12 federaciones industriales, según los organizadores.
Monks afirmó que el fenómeno de la inmigración será uno de los temas centrales del congreso, junto con lo que definió como 'emigración de los puestos de trabajo' porque 'el capital no conoce fronteras nacionales y se desplaza allí donde hay mano de obra barata'.
A la vez, expresó su confianza en que el congreso contribuya a 'crear un movimiento sindical fuerte en Europa' y a que Europa 'sea más fuerte en sí misma, mediante una mayor dimensión social'.
'Queremos una Europa cuyos países puedan trabajar juntos en temas como la paz, el medio ambiente o la pobreza, cosa que individualmente no puede hacer ninguno', explicó.
Méndez recordó que la CES tiene una posición común en materia de inmigración que se basa en el reconocimiento de la igualdad de derechos de los trabajadores que protagonizan flujos migratorios con los europeos, la defensa de la emigración legal y la exigencia de que 'se combata decididamente el tráfico de seres humanos'.
Junto a ello, recordó que los sindicatos europeos han transmitido al presidente de turno de la UE, en este caso el jefe del Gobierno de Finlandia, la necesidad de dar una 'ayuda urgente a los países, como España, que tienen que afrontar el drama humano de la emigración'.
A preguntas de los periodistas, Méndez negó que los países del norte de Europa carezcan de sensibilidad frente a la inmigración ilegal, sino que, en su opinión personal, lo que tienen es una 'falta de conocimiento sobre los nuevos rasgos de los flujos migratorios' y por ello no entienden que la actual tendencia 'no se puede regular como se hizo en los años 60 en Europa'.
El problema es que 'no se ha definido una política europea de emigración, que es lo que se necesita con urgencia, y sólo se han tomado algunas medidas de control de fronteras como la agencia Frontex', señaló.
La Comisión Organizadora del congreso celebró ayer en Sevilla una reunión de seguimiento, tras lo cual fue recibida por el alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), y por la tarde lo será por el presidente de la Junta, Manuel Chaves.
El último congreso de la CES, que tuvo lugar en Praga en 2003, eligió a Cándido Méndez como presidente, primera ocasión en la que un español fue designado para tal cometido, y la reunión de Sevilla será la primera en un país del sur del continente.
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