La compañía anunció que este plan se aplicará hasta el 2011 y ya fue presentado a los comités de empresa. Con la medida se pretende eliminar solapamientos entre los trabajadores.
A su vez, Total se compromete a dar una solución individual a cada uno de los trabajadores afectados; para ello ofrecerá jubilaciones anticipadas a los empleados cercanos a la edad de retiro y asegura que el número de despidos voluntarios podría superar el de despidos forzados.
El plan afectará a las plantas de Carling (en Moselle, Norte de Francia) y Gonfreville (en Seine-Maritime, Noroeste) e incluye un programa de inversión de 400.000.000 para la modernización de las instalaciones que, según Total, no afectará las relaciones contractuales con los clientes.
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