Según el artículo 17 de la Directiva sobre Protección de la Seguridad y Salud de los Trabajadores, los trabajadores tienen derecho a disfrutar de un mínimo de 11 horas consecutivas de descanso cada día.
Una sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas condena a Reino Unido e Irlanda por aplicar de manera incorrecta la excepción de la citada directiva cuando, “a causa de las características especiales de la actividad realizada, la jornada de trabajo tenga una duración media establecida o pueda ser determinada por los propios trabajadores”.
La sentencia, que obligará a Reino Unido a modificar su legislación, señala que los trabajadores “deben disfrutar efectivamente” de los períodos de descanso diarios regulados en la directiva, así como de un período mínimo de descanso ininterrumpido de 24 horas cada 7 días.
En noviembre de 2004, la Comisión Europea estimó que Reino Unido incumplía la directiva de 1993, que obliga a las empresas a tomar las medidas necesarias para que todos los empleados se beneficien de un período mínimo de descanso para garantizar una protección eficaz de su seguridad y su salud.
Reino Unido, Alemania y Austria, son los países de la Unión Europea que mantienen una tesis más liberal en la que defienden la posibilidad de que la jornada laboral supere las 48 horas semanales.
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