El 57,6 por ciento de los inmigrantes residentes empadronados en la Comunidad de Madrid que no tiene una casa en propiedad planea comprar una en España en los próximos cinco años, aunque en el caso de los naturales de Ecuador y Colombia -junto con Rumanía, las colonias extranjeras más numerosas en la región-, el porcentaje sube hasta el 61,8 y 66 por ciento, respectivamente.
Los extranjeros que, por el contrario, no se muestran interesados en invertir en vivienda, los cuales representan casi el 42 por ciento, lo justifican por los altos precios (el 70,1 por ciento de ellos) o por su voluntad de regresar a su país (el 20,4 por ciento).
El deseo de volver al lugar de origen se da mayoritariamente entre los inmigrantes colombianos y sudamericanos, con un 30 y un 31,9 por ciento, mientras que sólo un 3 por ciento de los marroquíes esgrime esa razón para no comprar una vivienda propia en España.
Así se desprende del estudio 'La Economía de los inmigrantes en la Comunidad de Madrid', editado por el Consejo Económico y Social (CES) a partir de una encuesta realizada por la Consejería de Inmigración entre marzo y abril de 2005 a extranjeros en edad laboral empadronados y residentes en la región a excepción de nacionales de Estados Unidos, Canadá y pertenecientes a la UE de los 15. En total se hicieron 1.200 entrevistas.
Otra conclusión del citado informe es que los tiempos medios de residencia declarada revelan, pese al fuerte impacto de las entradas correspondientes al periodo 2000-2003, una elevada frecuencia de afincamientos en España al menos en lo que se refiere a los que han alcanzado el medio plazo.
En concreto, indica que los inmigrantes residentes en la Comunidad de Madrid consultados para la realización del sondeo llevan viviendo en España una media de 5,61 años. Mientras, los originarios de Marruecos tienen un promedio de 8,66 años y los procedentes de Europa, de 3,89 años.
Al elegir zona para vivir, los extranjeros encuestados valoran por encima de cualquier otro factor la presencia de compatriotas en el barrio (el 29,4 por ciento de los consultados). La cercanía con el trabajo (15,7 por ciento) y viviendas de precios más económicos (14,1 por ciento) son otros motivos de peso.
En el estudio se advierte también que el 1,1 por ciento de la población inmigrante encuestada habita en la casa donde trabaja, porcentaje que aumenta al 2 por ciento en el caso de los sudamericanos pero cuya baja representatividad llama la atención considerando el gran número de inmigrantes, eminentemente mujeres, que están empleados como personal doméstico en hogares.
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