El Parlamento Europeo dará el próximo miércoles el visto bueno definitivo a la controvertida propuesta de directiva de liberalización de la prestación de servicios en el mercado común, informaron hoy fuentes de los grupos políticos.
Los principales grupos de la Eurocámara -el del Partido Popular Europeo, el Socialista y el Liberal- se han comprometido a no plantear enmiendas al texto acordado el pasado mayo por el Consejo de la UE, de forma que la tramitación quede zanjada sin necesidad de una negociación previa entre las dos instituciones.
El texto acordado por el Consejo, basado en las enmiendas que la Eurocámara aprobó en su primera lectura el pasado febrero, rebaja considerablemente el alcance de la propuesta original.
Así, ya no incluye el polémico principio de país de origen -por el que una empresa que opere en varios Estados miembros se regiría sólo por aquel en que esté radicada-.
En su lugar, brinda a los Estados miembros la posibilidad de restringir la apertura del sector servicios por razones de 'orden público, seguridad pública, protección al medio ambiente o salud pública', aunque siempre de manera proporcionada y sin discriminar en función de la nacionalidad de la empresa.
Además, el texto excluye a los servicios de interés general, así como a los financieros, audiovisuales, sociales, el transporte, las comunicaciones electrónicas, las empresas de trabajo temporal, la salud pública y privada, el juego y la seguridad privada.
El plazo de transposición previsto es de tres años, por lo que, si es aprobada, la nueva directiva se aplicará de forma efectiva hacia finales de 2009.
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