El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó ayer la subida del 6 por ciento de su salario para los policías nacionales, un 3,16 más que el resto de funcionarios, según el acuerdo suscrito en abril de 2005 con los sindicatos policiales. Esta es la primera declaración pública de Rubalcaba en esta materia desde que el pasado miércoles los cinco sindicatos policiales declararan a la Administración un conflicto colectivo por considerar que con ese incremento se incumple el acuerdo que citó el ministro.
Según aquel acuerdo, la Administración se comprometía a ir equiparando progresivamente el sueldo de los policías al de otras Fuerzas de Seguridad del Estado, como los Mossos d'Esquadra o la Ertzaintza. Ahora, los sindicatos se quejan de que las subidas para la Policía serán las mismas que las previstas antes de que estos Cuerpos policiales autonómicos negociasen con sus Administraciones otras nuevas, con lo que la brecha salarial entre unos y otros crece.
Sin embargo, Rubalcaba destacó que esa subida del 6 por ciento pactada el pasado año para el ejercicio de 2007 supone 'prácticamente el doble' de la que recibirán el resto de funcionarios. 'El Gobierno está comprometido con la mejora de los medios, de las infraestructuras, de las dotaciones de la Policía y del resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, también de las retribuciones y de las condiciones de trabajo de sus miembros', dijo el ministro ante los 900 policías que comenzarán a trabajar en la Comunidad de Madrid, pertenecientes a la última promoción salida de la Academia de Avila.
Ante la cúpula policial al completo, incluido su director general, Joan Mesquida, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, y la delegada del Gobierno, Soledad Maestre, entre otros, Rubalcaba defendió el 'esfuerzo' presupuestario para Interior en 2007, que alcanzará una subida del 14,7 por ciento. 'Con este incremento vamos a cumplir los compromisos retributivos que el Gobierno suscribió con los sindicatos policiales', añadió.
Mientras el ministro hablaba desde la tribuna de autoridades se oía de fondo en el patio del complejo policial de Canillas el sonido de los silbatos de una veintena de agentes pertenecientes a la Unión Federal de Policías (UFP) concentrados frente a la puerta. Los funcionarios reclaman un plus de 600 euros al mes en concepto de capitalidad, es decir, que prestar servicio en Madrid sea recompensado como se hace con otros destinos, ya que, según el sindicato, sólo así se evitaría que los policías se marcharan de la región en los concursos de traslados.
COLABORACIÓN CON LAS CC.AA.
El ministro agradeció a Aguirre la colaboración dentro del nuevo convenio marco que su departamento negocia con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para que las policías locales asuman más competencias en materia de Policía Judicial, principalmente para enfrentar la 'pequeña delincuencia'.
Rubalcaba dedicó una parte de su discurso a la inmigración, destacando la labor de la Policía en el combate a las mafias. Afirmó que las vidas de los que intentan llegar a España de forma ilegal es 'lo más importante', así como el respeto a los derechos humanos. De todas formas, advirtió de que la inmigración debe ser 'legal y ordenada' y que si las personas alcanzan la frontera española de forma irregular serán repatriadas.
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