Las mafias chinas han extendido sus tentáculos a las universidades del país con la falsificación documentos para hijos de padres pudientes que se hacen pasar por extranjeros para acceder a los centros universitarios.
Enriquecerse falsificando pasaportes y documentos en el tráfico de personas no basta ya a las mafias chinas.
Si comprobar los documentos que acompañan las solicitudes de visado de chinos que desean salir al extranjero a trabajar, estudiar, hacer turismo o negocios es un quebradero de cabeza confesado por los consulados extranjeros en China, un nuevo frente criminal se abrió para la Policía de este país.
El pasaporte boliviano de un universitario chino fue la pista que siguió un agente de provincias para descubrir parte de una gran red criminal que enviaba a las mejores instituciones del país, aquellas cuyas titulaciones garantizan trabajo seguro, a quienes no lograron los puntos en el examen nacional de acceso (gao kao).
Como se reveló posteriormente, la red mafiosa no dejó aspecto sin control, incluido el regreso a la nacionalidad china tras conseguir el título, y 'todo por el módico precio de 20.000 dólares', informó el periódico 'Beijing Morning Post'.
Y es que los extranjeros que desean estudiar en una universidad china solamente deben examinarse de mandarín, justificar estudios secundarios en el falso país de origen y pagar matrículas más elevadas que los chinos, requisito este que no plantea problema para las familias pudientes.
El sistema de acceso impuesto por la apertura de Deng Xiaoping tras la Revolución Cultural (cuando los comités campesinos decidían quien iba a la universidad) distribuye a los estudiantes según los puntos conseguidos.
Según la prensa china, la Policía descubrió conexiones en Pekín, Shanghai, Cantón, Jiangxi, y Zhejiang y detuvo a dos hombres (Chao Wang y Dai Jin Qui), responsables de la 'Corporación de Servicios para Entrada y Salida Jin Fu' (o 'El Oro de la Suerte') en Fujian, provincia sureña con gran tradición emigrante.
Los estudiantes afectados, cuyo número no fue revelado, debieron abandonar sus estudios a pesar de la 'inversión' efectuada por sus padres tras ver el anuncio de venta de pasaportes extranjeros para entrar con facilidad en las mejores universidades chinas.
El estudiante 'boliviano' fue descubierto en noviembre de 2005 en Wuhan, capital de la provincia central de Hubei, cuando un policía que revisaba documentación de residencia de extranjeros sospechó y al llamarle por teléfono fue respondido en dialecto local.
Interrogado posteriormente, el joven no sabía ni dónde se encontraba Bolivia ni hablaba español, mientras que el policía, tras consultar el Registro Civil, encontró a un joven chino 'muy parecido' que se reveló ser la misma persona.
Los 20.000 dólares excluían a progenitores pobres e incluían viajes en grupo como turistas a países de falso origen, como Filipinas y Tailandia, a menor distancia de China y menos coste de viaje, para familiarizarse con el entorno y costumbres, sobre los que eventualmente podrían ser preguntados al entrar en China.
El objetivo final de los progenitores, aprovechado por las mafias, es un buen trabajo para sus hijos, y, por ejemplo, para los titulados de Qinghua, en Pekín, la mejor universidad de ciencias, cada licenciado tiene al final 5 ofertas de trabajo, según dijo a la prensa el director del Centro de Instrucción sobre Empleo, Qi Jinli.
La competición por el empleo desde un año antes de graduarse aumenta en progresión geométrica y, por ejemplo, el pasado fin de semana en Zhengzhou, provincia de Henan, donde en 2007 se titularan 350.000 universitarios, 30.000 que acudieron a la Feria de Empleo destrozaron las escaleras mecánicas, según el 'Diario de Henan'.
Los cuarenta solicitantes de 'extranjería' descubiertos hasta ahora habían sido reunidos en agosto de 2005 en un hotel de Fuzhou, capital de Fujian, para 'una formación de un mes ante preguntas de policías de fronteras'.
Después, con visado de grupo fueron trasladados a otro país para familiarizarse durante otro mes con las costumbres, antes de entrar en China con pasaporte extranjero con varias páginas de sellos de entrada a diferentes países para darle más aspecto de veracidad. Con todo eso, entrar en las mejores universidades fue cosa hecha.
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