La sentencia del Tribunal Supremo emitida ayer anulando el traslado de la Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) a Barcelona llega sólo un mes después de que los trabajadores de la institución aceptasen quedarse en la ciudad condal.
Según ha podido saber este periódico, en virtud de los acuerdos que firmaron en Madrid los empleados y la empresa antes del traslado, octubre de 2006 era la fecha tope para que los trabajadores que quisieran abandonar la Comisión lo hicieran con las facilidades previstas en ese acuerdo. Según fuentes oficiales de la CMT, después de octubre, trabajan allí 130 personas y el 40% son los antiguos de Madrid, y el resto, nuevos. Por tanto, los que siguen allí son los que, definitivamente, así lo han decidido.
En cualquier caso, todo apunta a que la sentencia, que tendrá votos particulares de parte de los miembros de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, no tendrá como consecuencia el regreso de nuevo a Madrid de la CMT.
“Llega tarde para todo el mundo”
Antiguos trabajadores de la Comisión, que presentaron la demanda en febrero de 2005 y confiaron para ello en el prestigioso abogado García Entrerrías, se han mostrado duros ante la noticia. “Llega tarde para todo el mundo”, asegura uno de ellos. “Este fallo lo que demuestra es que los ciudadanos estamos indefensos”, afirma con indignación otro de los integrantes de la antigua plantilla de la CMT, obligado a cambiar de trabajo ante la imposibilidad de trasladarse a Barcelona. “No sirve de nada. Se ha demostrado que teníamos razón, pero eso es todo. El Gobierno dirá que acepta las decisiones judiciales y todo seguirá igual”.
La Comunidad de Madrid también presentó en marzo de 2005 un recurso contencioso-administrativo contra el traslado por considerar que se había hecho sólo “por motivos políticos”. El anterior presidente de la CMT, Carlos Bustelo, dimitió por este asunto y calificó el traslado de “chorrada”.
El Ministerio de Industria, por su parte, ha minimizado la importancia de la sentencia y ha asegurado que ésta sólo habla de que hay un problema de “falta de información” en el Real Decreto de diciembre de 2004 que aprobó el traslado. La CMT no ha querido hacer ninguna valoración oficial al respecto. Por su parte, los partidos catalanes le han pedido al ministro de Industria, Joan Clos, que arregle la situación para que la CMT se quede en Barcelona.
http://www.elconfidencial.com/economia/noticia.asp?id=7197&edicion=22/11/2006&pass=
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