La presidencia de turno de la Unión Europea volverá a poner encima de la mesa de los ministros de Trabajo la directiva sobre tiempo de trabajo el próximo jueves 30 de diciembre, con la intención de arrancar un compromiso que podría venir de la mano de incorporar en el texto una fecha para revisar el llamado 'opt out', una claúsula que permite en la práctica prolongar la jornada laboral, según anunció hoy en el Parlamento Europeo la ministra finlandesa de Empleo, Tarja Filatov.
También el comisario responsable de Empleo, Vladimir Spidla, se mostró partidario de volver a debatir este asunto que en la reciente reunión extraordinaria de ministros celebrada el pasado 7 de noviembre en Bruselas se saldó con un fracaso para sacar adelante la iniciativa por la negativa de España, Francia, Italia, Grecia y Chipre a aceptar una propuesta en la que no se fijaba una fecha para eliminar la posibilidad de prolongar la jornada laboral máxima en la UE.
"Tenemos que alcanzar una solución que imponga ciertos límites pero que, al mismo tiempo, garantice la seguridad de los trabajadores en su puesto de trabajo", argumentó hoy Filatov ante los eurodiputados. Además, a los defensores de la llamada 'Europa social' les recordó que la presidencia finlandesa ha tenido en cuenta sus preocupaciones y que ha sido "flexible".
"Hoy contamos con una legislación que establece un límite de 78 horas a la semana y la hemos rebajado. Hemos conseguido que el asalariado tenga cierta flexibilidad y hemos logrado ciertos avances", señaló la responsable finlandesa que confió en poder avanzar para "conseguir unas reglas de juego comunes" para que no haya en Europa "trabajadores quemados ni que compitan entre sí".
Por lo que se refiere a la posibilidad de "dividir" la directiva en dos partes para poder aprobar la regulación de las guardias laborales en la que todos los Estados están de acuerdo, idea evocada por la Comisión Europea, Filatov indicó que esta es "peor" que la propuesta de compromiso presentada en el anterior Consejo.
Spidla, por su parte, recordó que el objetivo de la directiva es "proteger" a los trabajadores, aseguró que es bastante "flexible" porque ofrece soluciones diferentes dependiendo de la situación de que se trate y defendió llevarlo de nuevo el debate a los ministros porque, a su modo de ver, eliminar este punto del calendario del Consejo durante dos o tres años "no tiene sentido".
El comisario apoyó el compromiso finlandés para crear un sistema jurídico en virtud del cual el 'opt out' se permita pero se contemple una eliminación gradual (el llamado 'phasing out'), lo que podría abrir una vía para eliminarlo definitivamente.
Por otro lado, al ser preguntado por los posibles procedimientos de infracción a los Estados miembros que incumplan la normativa comunitaria, Spidla dejó claro que no se trata de una cuestión política iniciar o no un procedimiento sino que hay un dinamismo que se pondrá en marcha en función de lo que ocurra con la nueva directiva.
"Hay que seguir buscando un compromiso, porque una aplicación mecánica de la actual directiva puede llevar a una generalización del 'opt out' que ahora sólo se aplica en cuatro o cinco países", advirtió Spidla, quien recordó que la directiva actual no permite excepciones sectoriales y, por lo tanto, que esa situación tiene que cambiar para evitar el "riesgo" de que el 'opt out' se haga extensivo a otros sectores. "Por todas estas razones debemos seguir trabajando y resolver esta cuestión", subrayó.
El comisario también aprovechará el Consejo del próximo día 1 para pedir a los ministros que rellenen un cuestionario sobre una futura modificación del derecho laboral que la Comisión Europea quiere actualizar a la luz de las nuevas modalidades contractuales.
Durante el debate celebrado en la comisión parlamentaria, los eurodiputados advirtieron tanto a la presidencia como a la Comisión Europea de que no podrán obtener el visto bueno de la Eurocámara a una directiva que vaya en contra de la opinión generalizada a favor de eliminar la práctica del 'opt out'.
El eurodiputado socialista español y ponente del informe parlamentario, Alejandro Cercas, llegó a acusar a Spidla de intentar "quebrar "la posición de quienes se oponen a mantener en la directiva esta posibilidad de ampliar la jornada laboral. "Si sigue por ese camino se equivoca. Es el más indeseable porque llevaría a una situación peor a la Europa social", le dijo.
La Presidencia finlandesa de la UE intenta desbloquear unas negociaciones que se deberían haber dado a luz una nueva directiva en 2004 pero que sigue encallada en la posibilidad de contemplar excepciones a los actuales límites de la jornada laboral. En la anterior reunión del Consejo Finlandia propuso un límite de 60 horas a la semana en un periodo de referencia de tres meses, cifra que algunos países como Reino Unido, Austria, Alemania o Polonia pretendían elevar hasta las 65 horas.
No obstante, la discusión quedó reducida a última hora a la posibilidad de hacer desaparecer el "opt-out". Aunque la propuesta de compromiso contemplaba esta opción como una "excepción" al "principio general" de las 48 horas, no se concretaba una fecha para su eventual supresión. Aludía a que la Comisión tomaría en cuenta las evaluaciones de los países que se acogieran a la prolongación de la jornada laboral "con miras a poner fin gradualmente a dicho recurso".
Los comentarios están cerrados.