En la carretera la 'L' nos sirve para reconocer a aquellos conductores noveles que necesitan un poco de comprensión de los demás. Ahora un centro madrileño de Ikea ha decidido reinventar el concepto para sus trabajadores recién llegados.
Desde el pasado mes de septiembre, los empleados que comienzan a trabajar en el Ikea de San Sebastián de los Reyes (Madrid) no llevan el clásico polo amarillo, sino una camiseta azul, en la que en la espalda se puede ver una 'L' gigante con la frase 'En formación' debajo.
¿La razón? "Pensamos que la mejor manera de dar seguridad al empleado y ofrecer una 'explicación' de la situación al cliente era diferenciando a los nuevos empleados con un uniforme de otro color", afirma la popular tienda de muebles.
De este modo, los trabajadores en formación pueden andar menos agobiados por la tienda y dedicarse con mayor esmero a su labor de aprendizaje, ya que van a recibir menos preguntas de los clientes.
"Todos identificamos la 'L' con los conductores que acaban de obtener el carné de conducir, así que pensamos que daría un claro mensaje a cualquiera que lo viera", añaden fuentes de Ikea.
La iniciativa es pionera, ya que no se había realizado en ninguna otra tienda del gigante sueco. Si tiene éxito, se extenderá al resto de tiendas españolas en su próximo año fiscal, a partir del 1 de septiembre de 2007.
"La acogida ha sido muy buena. A los trabajadores les da tranquilidad y los clientes se muestran más comprensivos con los empleados", afirma Susana García, responsable de Recursos Humanos en este centro madrileño de Ikea, que se ha convertido en un 'laboratorio' de nuevas prácticas de recursos humanos para la filial española.
Los trabajadores que llevan la 'L' responden a tres situaciones diferentes: aquellos que están realizando el programa de formación para recién llegados -de dos semanas de duración-, los que están haciendo un curso puntual ese día y, por último, los que acaban de cambiar de sección dentro de la tienda, que llevan la camiseta hasta que se adaptan a su nuevo puesto.
J. A. NAVAS | J. GONZÁLEZ
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