Entre la imagen de las primeras azafatas de vuelo, solteras, esbeltas y bien parecidas, y las de hoy en día hay mucha diferencia. Para trabajar en las alturas ya no es imprescindible tener en cuerpo diez y pueden estar casadas. Además, los hombres se han metido de lleno en este sector.
Quieren ser auxiliares de vuelo y para ello tienen que trabajar duro. Estar en forma y nadar como mínimo 25 metros. Mucho ha cambiado el perfil de las azafatas. Antes eran niñas de buena posición, guapas, con voces sugerentes y muy importante: solteras.
Ahora esas exigencias han cambiado. La nueva azafata debe saber inglés y, sobre todo, tener don de gente, que el pasaje se sienta cómodo y bien atendido. La altura es importante pero menos que hace unos años, como mínimo 1,55 metros. La competencia también existe pero en otro terreno, cada vez más los hombres buscan este puesto. El número de azafatos es casi idéntico al de azafatas.
Los comentarios están cerrados.