El director de Desarrollo y Consultoría de la organización con sede en Reino Unido Bussines in the Community, David Halley, se refirió ayer, durante su intervención en una Jornada sobre Voluntariado Corporativo organizada esta mañana en Madrid por la Fundación IUVE, a la doble contribución de estas actividades tanto para la empresa –en materia de imagen de marca, reputación, fidelización de empleados, orgullo corporativo, etc–como para los propios trabajadores, en cuanto a mayor autoestima, confianza y compromiso con la empresa.
En este sentido, Halley –que intervino tras la presentación de la nueva iniciativa de fomento del voluntariado de IUVE, 'Wake Up', en una Feria que se claura el viernes y que incluirá desayunos con famosos, magia solidaria, exhibiciones, actuación de tunas universitarias y un torneo de fútbol– se refirió a ejemplos de empresas con las que ya han trabajado en Reino Unido, como IBM, Citibank, Mark&Spencer, Unilever, o KPMG, y cuyos resultados 'hablan por sí mismos'.
Al evento también acudió la responsable de RSC de la firma Timberland, Anable Drese y la coordinadora de Voluntariado Corporativo de Iberdrola, Elena Otaola, que también expusieron sus experiencias en este sentido. Para Halley, que lidera una organización con 800 miembros –entre ellos 85 de las cien principales empresas del mundo según 'Financial Times'– y que preside el Prícipe Carlos, las compañías 'ya se han dado cuenta de que tienen un papel social que representar muy importante'.
Desde 1982 Bussines in the Community trabaja con empresas de once ubicaciones en todo el Reino Unido y cuenta con unos 400 trabajadores, que se ocupan principalmente de formar a los empresarios para que sean proactivos ante los problemas sociales y se enfrenten 'a una sociedad y a una realidad de la que forman parte y en la que tienen un papel principal'. Así, organizan 'viajes' o tours por las ciudades y fuera del país para que conozcan de cerca esos problemas, porque, dijo, 'ver es creer, y creer es comprometerse'.
Enntre los retos principales a afrontar –además del apoyo continuo a sus empleados para que desarrollen labores de voluntariado dentro o fuera de su horario laboral–se encuentran las relaciones con las partes interesadas y conocer sus necesidades, y sobre todo 'el diálogo' con todos ellos, conocer el marco normativo en el que se mueven y las inversiones que serían necesarias para apoyar estas actividades.
La finalidad, dijo, es conseguir 'y sobre todo retener' a los mejores profesionales, porque estos, cada vez más, eligen una empresa u otra dependiendo de los valores de ésta, su compromiso social y la libertad que va a darles para desarrollarse, no sólo como trabajadores, sino como seres humanos. Para conseguirlo, la empresa tiene 'una amplia gama' de formas de implicarse en la sociedad: mecenazgo, patrocinio, apoyo económico, trabajos para la comunidad, etc.
A cambio, y para formar parte de Bussines in the Community, se les piden prácticas responsables en todas sus actividades, utilizar sus recursos para llegar a las comunidades menos favorecidas y ser líderes y estar por delante para demostrar todo lo que hacen en este sentido. Asimismo, les recuerdan que la red de ONG locales como socios es 'imprescindible', porque ellas, mejor que nadie, conocen 'de cerca' los problemas sociales a afrontrar.
A continuación Halley expuso con detalle algunas de las acciones puntuales que su organización ha desarrollado ya con éxito con empresas como mark&Spencer, IBM, Cap Gemini, British Gas o KMPG. 'La clave es que las empresas vean el voluntariado corporatico como una herramienta estratégica de Recursos Humanos', porque sí es importante contratar a los mejores, 'más importante es retenerles'.
Con el voluntariado de empleados se mejora la capacidad de trabajar en grupo, se desarrollan nuevas aptitudes en ellos, se aumenta su confianza, su autoestima, etc. A cambio la empresa también se beneficia: con mejor reputación, mejor gestión, una buena percepción por parte de la sociedad y unos trabajadores que se sienten útiles y orgullosos de su empresa. En definitiva, 'entusiastas y comprometidos', agregó Halley.
RECOMPENSA Y BENEFICIO MUTUO
Por su parte, el director de la Cátedra de Inmigración de la Universidad Francisco de Vitoria, Miguel Osorio, coincidió en la idea de que el voluntariado corporativo es 'una inversión en la comunidad' que la empresa ve retornas después con creces. En una visión a largo plazo, se trata de una 'recompensa' que la compañía va a recibir después de la sociedad, por lo que es necesario que su colaboración con las ONG no sea 'flor de un día' o sólo 'puntual', sino que se caracterice por la 'constancia'.
A su entender, las empresas son 'agentes sociales básicos de transformación', ya que las empresas 'son personas' y no funcionan como máquinas que se autogestionan como robots. 'Si fuera así la RSC en las compañías serían humo, música, nada'. 'Esas personas le dan personalidad y alma a las empresas y le aportan el valor añadido que hace que su producto, semejante al de otras empresas, sea distinto', agregó Osorio.
Por ello, apostó por la idea de que las empresas 'son las más capaces de transformar el mundo', porque ya se ha superado el modelo de Estado 'papá protector' que tiene que hacerlo todo. 'Hay que pasar a la acción, y las empresas deben ser las primeras', dijo.
Para ello, debe ser la sociedad la que le demande la responsabilidad que le corresponde. De ahí, su ánimo para que 'despierten', como dice la campaña 'Wake Up' de IUVE y asuman su compromiso social para que su trabajo no sea puntual, sino de 'largo alcance', si quieren que el efecto resultante sea de verdad 'transformador'.
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