La multinacional norteamericana Kraft ha decidido trasladar la sede ibérica de la británica United Biscuits (UB) de Montornès (Barcelona) a Madrid, donde la compañía, que anunció en julio la compra de la división de UB en España y Portugal, cuenta con oficinas, según informaron a Europa Press fuentes del comité de empresa.
De momento, Kraft y el comité de empresa han acordado 'blindar' algunos departamentos, que permanecerán en Montornès un mínimo de tres años. Éstos son márqueting, compras, servicios técnicos y planificación. Sin embargo, el presidente del comité de empresa, Manel Sanz, auguró como 'casi seguro' que finanzas y sistemas se trasladen a Madrid, pese a que 'todavía no hay nada cerrado'.
La plantilla de las oficinas de UB en Montornès es de unas 180 personas, de las que todavía la dirección no ha especificado cuántas despedirá. Los sindicatos esperan una respuesta hacia mediados de enero. Por ahora, han pactado con la dirección las condiciones de despido.
Las indemnizaciones de despido serán de 45 días por año trabajado hasta un máximo de 42 mensualidades más 500 euros por cada año de antigüedad y otros complementos. Los trabajadores mayores de 53 años podrán prejubilarse con un 80% del sueldo hasta los 62 años y los mayores de 57 podrán prejubilarse con el 90% del sueldo hasta los 65 años.
El traslado de plantilla a Madrid, también sin cerrar respecto al número de empleados, ofrece incentivos como seis mensualidades, unos 24.000 euros, o asesoramiento, entre otros. El cambio será 'voluntario'.
El cambio de sede no afectará a la fábrica de UB en Montornès, que emplea a más de 70 personas y que se dedica a la producción de productos de la marca Royal, según el comité de empresa.
United Biscuits Southern Europe (UBSE), que engloba el negocio del grupo en España y Portugal, alcanzó una cifra de negocio de 366 millones de euros en 2005, un 3,7% más que en el ejercicio anterior, mientras que el beneficio de explotación se situó en 39,6 millones, un 9,8% más.
El grupo estadounidense Kraft anunció en julio la adquisición por 575 millones de libras (845 millones de euros) de la división europea de UB, con lo que se hizo con las marcas de Nabisco y otras marcas de galletas como Fontaneda, Filipinos, Artiach, Chiquilín y Triunfo, así como Royal, especializada en postres instantáneos.
La compra también incluyó los negocios de productos cárnicos en conserva, tomate y zumos de frutas de UB en la Península Ibérica, que se comercializan con marcas como Apis y Fruco.
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