En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, hacemos un llamamiento a la sociedad, porque con su ayuda se están salvando muchos obstáculos y aún son numerosos los retos pendientes:
– El paro nos afecta el triple que al resto de la población.
– Nuestros problemas se acentúan en el medio rural.
– Seguimos encontrando barreras en nuestros lugares de estudio o trabajo.
– La Administración se olvida de los gravemente afectados.
Aunque son muchos los logros alcanzados, Disminuidos Físicos de Aragón quiere hacer un llamamiento a la sociedad sobre los retos que todavía quedan pendientes en la lucha por la integración real del colectivo de personas con discapacidad.
Por ello, la asociación plantea este decálogo:
I. Familia. Deben desarrollarse programas específicos para la atención de la estimulación y maduración del niño con discapacidad, así como dar servicios de ayuda domiciliaria de apoyo a la familia y al propio afectado.
II. Salud. Miles de personas tienen discapacidad física. Debe garantizarse una atención sanitaria especializada e individual de calidad, y promoverse políticas sanitarias de prevención, diagnóstico precoz y servicios de detección genética.
III. Ayudas técnicas. Se debe garantizar el suministro, la adaptación, conservación y renovación de las ayudas técnicas precisas para el desenvolvimiento más normalizado posible del discapacitado. Lamentablemente, en la actualidad, la Seguridad Social restringe las prestaciones con criterios economicistas y no de salud.
IV. Formación. La escuela debe ser integradora, y los niños con discapacidad escolarizados en colegios ordinarios deben tener garantizados los recursos humanos y materiales necesarios para ello, al igual que sí acceden a la universidad. Además, debe potenciarse la formación de adultos, ya que un mínimo porcentaje de discapacitados posee un título universitario o han cursado enseñanza secundaria.
V. Movilidad. Las mejoras que se adopten para facilitar la autonomía de todas aquellas personas con problemas de movilidad, beneficiarán al conjunto de la sociedad y no sólo, como erróneamente se piensa, a los directamente afectados por esas limitaciones.
VI. Ocio y cultura. Se debe fomentar la participación de la población con discapacidad en las actividades ciudadanas. Las actividades culturales deben ser accesibles a toda la ciudadanía, eliminando barreras físicas. Lamentablemente hoy siguen siendo inaccesibles muchas salas de cine, museos o instalaciones deportivas, entre otros.
VII. Empleo. Para garantizar el acceso de las personas discapacitadas al mercado de trabajo, se deberán adoptar medidas que eviten la discriminación, sensibilizando a los empresarios y al resto de los trabajadores. La realidad, por el contrario, es que, según las estadísticas, el paro afecta a las personas con discapacidad física el triple que al resto de la población.
VIII. Vivienda. Las personas con discapacidad tienen derecho a vivir de forma autónoma e independiente en alojamientos ordinarios, por eso se deben promover promociones públicas y privadas de viviendas accesibles. En la actualidad, el factor económico y la limitada oferta de viviendas adaptadas no favorecen la autonomía del colectivo.
IX. Prestaciones económicas. La protección socioeconómica de las personas con una discapacidad grave debe quedar garantiza por los Servicios Sociales y sus prestaciones. La situación actual indica, sin embargo, que un alto porcentaje de los discapacitados perciben ingresos inferiores al salario mínimo interprofesional.
X. Legislación. Los organismos públicos deben velar porque las leyes se cumplan realmente y dejen de ser graciables o limitativas por disponibilidades presupuestarias.
http://www.canalsolidario.org/web/noticias/noticia/?id_noticia=8288
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