Sólo son interlocutores cinco sindicatos con «actitud patriótica» demostrada
En Francia existen cinco centrales sindicales, ni una más, ni una menos, por un decreto que se remonta a 1966. Y han tenido que pasar 40 años para que un Gobierno se atreva a abrir una tímida puerta, como hizo ayer Dominique de Villepin al pedir a sus ministros de Empleo y Trabajo que estudien un anteproyecto de ley sobre la representatividad sindical.
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Esta decisión responde a la propuesta del Consejo Económico y Social, que sugiere que la representatividad sindical esté basada en la elección expresada por los trabajadores en una consulta electoral y no en un decreto gubernamental, que convierte la representatividad en una «presunción».
Cinco son los criterios de representatividad señalados en el código de trabajo desde 1950 y que han determinado la fijación de cinco sindicatos: contar con un número de afiliados; ser independiente respecto al patrón; importancia y regularidad de las cotizaciones; experiencia y antigüedad; y actitud patriótica demostrada durante la ocupación alemana.
Sólo estos sindicatos son aptos para negociar con los poderes públicos, firmar las convenciones de carácter nacional e interprofesional, y presentar candidatos a la primera vuelta de los comicios profesionales.
En un tiempo en el que la legitimidad sindical es cada vez más cuestionada, las centrales mayoritarias son las primeras interesadas en que se valore de forma concreta su representatividad a través de elecciones, para hacer valer su peso en las negociaciones laborales.
Los principales sindicatos, CFDT (Confederación Francesa Democrática del Trabajo) y CGT (Confederación General del Trabajo) han respondido favorablemente a esta propuesta, pero los otros sindicatos, FO (Fuerza Obrera), CFTC (Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos) y CGC (Confederación General de Cuadros Superiores), así como la patronal (MEDEF), se resisten a aceptarla. Los primeros para no perder influencia, los segundos para poder elegir a sus interlocutores.
Para Villepin sería paradójico «no respetar esta exigencia» de representatividad. Pero tampoco ha dado muestras de querer llevar a término este proyecto, puesto que el 20 de febrero de 2007 finaliza la sesión parlamentaria y no ha fijado una fecha para la presentación de este proyecto de ley.
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