La bajada de las ventas afecta al empleo en la finlandesa Valmet, que trabaja para Porsche

Las ventas de los coches deportivos que produce no van bien.

Mientras Wendelin Wiedeking, el hombre que salvó a Porsche AG de la quiebra, sigue fielmente las instrucciones de Ferdinand Piëch y su familia, los propietarios de la compañía, para hacerse con el control del grupo Volkswagen.

Lo que no se le puede reprochar es que no haya sido honesto con los accionistas, a los que ya ha anunciado que los beneficios en el año fiscal que terminará en julio de 2007 serán claramente inferiores a los 2.110 millones que se obtuvieron en 2006.

Lo cierto es en los 10 primeros meses del año 2006, la marca ha vendido 5.100 unidades más que el año pasado, pero hay que tener en cuenta que entonces no tenía el modelo Cayman, que ha contribuido con 15.000 unidades, una cantidad importante para una marca que produce 100.000 unidades al año.

Si se hace excepción del Cayman, sólo el 911, el tradicional de la marca, ha mejorado sus ventas mundiales, en 5.100 unidades más hasta las 31.400 (20%). Pero el Boxster, más barato, bajó casi un 35%, y el Cayenne, casi un 25%.

Algunos contratos temporales no han sido renovados en Leipzig, donde se produce sólo el Cayenne a la espera de que se inicie el nuevo modelo de cuatro puertas Panamera.

Peor es la situación en Valmet, la empresa finlandesa con la que Porsche tiene un contrato para producir el Boxster y el Cayman.

Valmet ha anunciado ya que prescindirá en 2007 de 260 de sus trabajadores, un 25% de su plantilla, porque la producción encargada para el año que viene es aproximadamente un tercio de la de 2006.

En esta situación, Wiedeking ha pedido a los accionistas una ampliación de capital de 7.800 millones de euros, aunque tiene una liquidez de 2.400 millones.

http://elmundomotor.elmundo.es/elmundomotor/2006/12/11/empresas/1165855706.html