General Motors, Ford, DaimlerChrysler (dueña de la marca estadounidense Chrysler) y Honda anunciaron ayer su decisión de aunar esfuerzos en esta materia. Toyota, el segundo mayor fabricante de coches del mundo, decidió no incorporarse al programa dado que, según afirmó ayer su portavoz Víctor Vanov, podrá mejorar esta situación de forma independiente
El programa está coordinado por el Automotive Industry Action Group (Grupo de Acción de la Industria Automovilística, AIAG por sus siglas en inglés), radicada en Detroit y que cuenta con 1.500 miembros.
Según la información facilitada ayer, casi todos los fabricantes de coches presentes en EE UU, incluidos los dos primeros, General Motors y Toyota, usan materias primas que tienen su punto de partida en esclavos en Brasil. Por ejemplo, en la Amazonia de ese país, extraen carbón para los exportadores de arrabio, un hierro fundido que se obtiene en altos hornos y que constituye la materia prima de la industria del hierro y del acero.
'Buscamos desarrollar un acercamiento común que promueva unas condiciones de trabajo decentes en los mercados emergentes, aseguró ayer J. Scot Sharland, el director ejecutivo de la compañía coordinadora. 'Queremos asegurarnos de que se cumplan las leyes de los países en los que hacen negocios'.
AIAG organizará varios cursos de formación tanto en las fábricas como en las empresas proveedoras, con los que pretende 'educar a personas del sector de repuestos para automotores sobre derechos humanos en toda su cadena de proveedores', según las declaraciones de Ian Olson, un alto ejecutivo de Ford que actualmente trabaja en AIAG
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