Los empresarios contarán con un nuevo atractivo a partir del 1 de enero de 2007, para mantener en sus plantillas a los trabajadores mayores que desempeñen un empleo estable. Los beneficios llegarán por tener ocupados de 59 años de edad, con cuatro de antigüedad en la misma empresa y contrato indefinido. Las ventajas supondrán un ahorro de 177,25 millones de euros, vía cotizaciones de los empleadores a la Seguridad Social por contingencias comunes, por 94.809 personas. Las aportaciones experimentarán un descuento del 40%.
La iniciativa no es del todo nueva. Existen ventajas similares para los mayores de 60 años con cinco de antigüedad y está encaminada a evitar los miles de jubilaciones anticipadas y prejubilaciones que se registran cada año. La base media de cotización de los afectados es alta. En 2006 llegaba a 1.756 euros mensuales.
El descuento por los ocupados de 59 años está incluido en la última reforma de pensiones. Tras meses de negociaciones, los cambios fueron suscritos por el Gobierno, las patronales CEOE y CEPYME y CCOO y UGT el pasado 30 de mayo, bajo el nombre de “Acuerdo sobre el desarrollo de medidas del informe de renovación del “Pacto de Toledo””.
Transcurridos tres años, en 2010, los firmantes de la reforma realizarán una evaluación del impacto de los descuentos. Igualmente estudiarán si conviene extender las reducciones a otros colectivos, siempre en pro de conseguir un mercado laboral competitivo con trabajadores cargados de experiencia.
Menos temporales
En España, la jubilación no es obligatoria. No obstante, es preciso, junto con otros requisitos, tener 65 años de edad para acceder al retiro; pero las jubilaciones anticipadas (aplicadas a partir de los 61 años) y las prejubilaciones (figura sin regularizar) bajan en la realidad ese tope. En términos medios, los trabajadores dejan el mercado laboral en torno a los 63 años, algo criticado desde los organismos internacionales y desde la Unión Europea (UE).
Fuentes del Ministerio de Trabajo informaron que existen 124.719 afiliados a la Seguridad Social de 59 años, adscritos al Régimen General y asimilados. La temporalidad entre el colectivo es bastante inferior a la media existente, situada en el 34%, puesto que del total señalado, el 82%, es decir 101.945 ocupados, tiene contrato indefinido, pero 7.136 son nuevos en las empresas y carecen de la antigüedad exigida. En consecuencia, la reducción sólo afectará a 94.809 trabajadores.
Aplicación compleja
La aplicación de toda la reforma de las pensiones es muy compleja. Hay iniciativas, como la que afecta a los trabajadores de 59 años, que están incluidas en la Ley General de Presupuestos, por eso su puesta en marcha está prevista para el 1 de enero.
Otros cambios entrarán en vigor por decreto-ley. Este es el caso de la actualización del catálogo de las enfermedades profesionales. También habrá medidas que se aplicarán a través de un proyecto de ley.
Entre estas últimas figuran las reglas que marcarán el funcionamiento del fondo de reserva de las pensiones (encargado de su pago en momentos de declive económico) y el texto que modificará la Ley General de la Seguridad Social, que incluirá el grueso de la reforma, con la reestructuración de la viudedad.
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