El proyecto de ley que el nuevo Gobierno de centro derecha pretende sacar a adelante, ha previsto aumentar las cotizaciones y reducir la prestación por desempleo, que perciben los parados. Los trabajadores no están en absoluto de acuerdo: "Pienso que es necesaria una distribución más equitativa. No sería justo que los más pobres sean quienes paguen la reducción de los impuestos para los ricos", afirma esta manifestante.
Miles de suecos han secundado la protesta en las principales ciudades del país, convocados por una organización que agrupa a quince sindicatos, con más de 1.800.000 afiliados. El Ejecutivo, con mayoría, tiene asegurado el visto bueno del Parlamento. La tasa oficial de paro en noviembre en Suecia alcanzó el 4,3% de la población activa, pero el Gobierno sueco discrepa y afirma que un quinto de la población activa no trabaja. La medida entrará en vigor el próximo uno de enero.
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