Las contrataciones de temporada al amparo de contingente se han duplicado pasando de 33.297 a 66.677. Además, el 20,2% de los 700.000 afiliados al Régimen Especial Agrario de Seguridad Social (REASS) son extranjeros.
“Hay carencia de información en el sector agrario para la contratación de inmigrantes y hay necesidad de mano de obra”. Así se lo ha hecho saber Nieves García, responsable técnico del Departamento de Relaciones Laborales de COAG, organización que para solucionar ambos problemas ha editado dos guías informativas que se van a repartir en sus oficinas de todo el país.
Según explica García, en 2005 se llevó a cabo un proceso de normalización que no solucionó la escasez de mano de obra. Con el mismo, 80.000 extranjeros accedieron al sector (a través de contrato) de los cuales “sólo el 30 por ciento continúa trabajando porque se han ido a otros sectores”. La causa: que este proceso de normalización ha tenido limitaciones de geografía y actividad.
Un año después, García asegura que sigue sin haber trabajadores en el campo, hecho que achaca a una baja renta y a que es una actividad con “muy bajo” reconocimiento social. Por ello, se ha apostado por la contratación en origen, un proceso “seguro y legal” que asegura el trabajo en las campañas de recolección, según la responsable técnico del Departamento de Relaciones Laborales de COAG. Tal es la apuesta que con respecto a 2005 ha aumentado un 100 por cien pasando de 33.297 a 66.677.
Las contrataciones de la organización se realizan especialmente en Rumanía, Colombia, Ecuador y Marruecos con destino a Andalucía, Murcia, Cataluña, Baleares, Valencia y Castilla y León. Los trabajadores procedentes de Rumanía y Bulgaria tendrán más fácil el acceso al trabajo a partir de enero de 2007 “pero van a tener que solicitar autorización laboral”, apunta García.
Con el fin de ser un instrumento de ayuda para agricultores e inmigrantes sobre el proceso de contratación, COAG, con el apoyo del Ministerio de Trabajo, ha publicado dos guías. La primera de ellas está dividida en varias partes donde se introducen las claves de la inmigración y su realidad, su situación, recoge aspectos laborales donde se aclaran los tipos de contrato, derechos y obligaciones de contratante y contratado así como aspectos generales de su estancia (empadronamiento, sanidad…). “Es una información que necesita el agricultor, le sirve de guía y será fenomenal”, señala Nieves García.
La segunda de las guías persigue el objetivo de que nos conozcan. En ella se explica qué es nuestro país (geografía, población, sistema político, religión, acceso educación o gastronomía), se les orienta sobre precios de productos básicos como el pan o se les recuerdan derechos y obligaciones de la Ley de Extranjería.
Ambas están editadas en cinco idiomas: español, árabe, rumano, francés e inglés. Además, en las versiones que son en español incluyen frases situacionales en nuestro idioma para ayudarles a desenvolverse en su vida cotidiana y un diccionario con lenguaje técnico agrario.
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