La gran mayoría de los estadounidenses regresaron el martes a sus trabajos después de un largo fin de semana de celebraciones con la familia y los amigos. Pero muchos iniciaron el año con un jefe al que consideran malo, según una nueva encuesta de la Universidad del Estado de la Florida.
Casi dos de cada cinco jefes no cumplen sus promesas y más de una cuarta parte critican o desacreditan a sus subordinados frente a sus colegas, agregó el estudio.
Esos malos supervisores crean problemas adicionales para las compañías, que derivan en un ambiente laboral desmoralizado, menor producción y mayor descontento.
"Ellos dicen que cuando los empleados renuncian, no quieren dejar un trabajo o una compañía, quieren dejar a su jefe", afirmó Wayne Hochwarter, profesor asociado de administración en la Facultad de Negocios de la Universidad del Estado de Florida y uno de los coautores del estudio.
Hochwarter se unió a dos estudiantes de doctorado de la facultad para entrevistar por correo a más de 700 personas que trabajan en diversos empleos para ver cómo los tratan sus supervisores.
"No hay que tomar a la ligera ningún abuso, sobre todo en situaciones donde se convierte en un hecho delictivo", agregó Hochwarter.
Aquellos empleados que prefirieron soportar una relación abusiva experimentaron más agotamiento, tensión laboral, nerviosismo, depresión y desconfianza, según los investigadores. Encontraron que un buen ambiente de trabajo a menudo es más importante para un trabajador que la paga, y que no es ninguna coincidencia que los trabajadores desmoralizados produzcan menos.
"Ellos (los empleados) tienen menos probabilidades de asumir tareas adicionales, como trabajar mucho más tiempo o los fines de semana, y en general estuvieron menos satisfechos con su trabajo", según el estudio. "También es más probable que un empleado renuncie si sufre una relación abusiva que si está descontento con la paga", añadió.
Los resultados completos del estudio deberán ser publicados en el ejemplar de otoño 2007 de la revista The Leadership Quarterly, una publicación leída por consultores, gerentes y ejecutivos.
Otros de los resultados de la investigación indicaron:
_ El 39% de los trabajadores dijeron que su supervisor no cumplió sus promesas.
_ El 37% afirmó que su supervisor no le dio crédito por un trabajo bine hecho.
_ El 31% dijo que su jefe los trató con la "ley del hielo" durante el último año.
_ El 27% aseguró que su supervisor hizo comentarios negativos sobre ellos frente a otros empleados o gerentes.
_ El 24% declaró que su jefe invadió su privacidad.
_ El 23% sostuvo que su supervisor culpó a otros para cubrir sus propios errores o minimizar la vergüenza de haberlos cometido.
Hochwarter tuvo un consejo para aquellos trabajadores con malos jefes: permanecer optimistas.
"Es importante permanecer con un espíritu positivo, incluso cuando usted está irritado o descorazonado, porque hay pocas relaciones entre jefes y subordinados que duran para siempre", afirmó. "Usted debe querer que el próximo jefe sepa lo que usted puede hacer por la compañía", agregó.
Hochwarter también recomendó algunos métodos para minimizar el daño causado por un supervisor abusivo.
"Lo primero es mantenerse visible en el trabajo", dijo. "Esconderse puede ser perjudicial para su carrera, sobre todo cuando le impide a otros en la compañía notar su talento y sus contribuciones", añadió.
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