La empresa amplió sus propuestas de flexibilidad durante la primera reunión del año de la comisión negociadora · También quiere aplicar el IPC europeo en futuras subidas salariales
Sin avances. Primera reunión del año de la comisión negociadora del convenio colectivo de Renault sin que las partes hayan llegado a ningún acuerdo significativo, pese a que la intención de la empresa es firmar este nuevo documento «a la mayor brevedad posible». En cambio, a juicio de los sindicatos, «las posiciones están aún bastante alejadas», según apuntó Alejandro Durán (UGT), quien insistió en que se les debe exponer «un proyecto industrial que vaya más allá de 2009». Pero la dirección se limitó ayer a detallar varios de los puntos expuestos hace un mes, principalmente los relativos a flexibilidad y reducción de costos para poder cumplir los objetivos del ‘Contract 2009’ de Carlos Ghosn.
La principal novedad es que, además de aumentar la bolsa de horas (a +30 y -25 días), la firma quiere disponer de la opción de ampliar en una o reducir en cuatro horas la jornada laboral de cada trabajador sin previo aviso; para los sindicatos, esto supondría, en la práctica, dotar a la compañía de la posibilidad de convocar paros parciales sin preaviso en función de las necesidades de producción. Asimismo, la dirección quiere que el turno especial 6x3x8 (seis días, tres turnos, ocho horas) deje de ser voluntario y sea obligatorio con el nuevo convenio. «Este turno, que se comenzó aplicando en Motores y se extendió luego al resto de las fábricas se fundamenta en que las líneas no dejan de trabajar, pero los empleados no descansan los sábados, sino que lo hacen un día entre semana o algún sábado de forma rotatoria», según explicó Joaquín González, delegado de CGT en Renault, a este diario. «La dirección sólo habla de cuáles son las necesidades de la empresa, pero nunca habla de cuáles son las de los trabajadores», añadió.
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