Muestra de confianza, lucha por el poder o simple guiño al mercado. Sea por el motivo que sea, lo cierto es que los principales directivos españoles han sacado la chequera para reforzarse en el capital de las compañías que dirigen. En el último año, los máximos ejecutivos del Ibex 35 han comprado títulos por un valor de mercado conjunto de 2.585 millones de euros. También han elevado su participación numerosos consejeros, así como accionistas de referencia con presencia en el órgano de dirección de la empresa.
Los insiders, como se conoce en la jerga anglosajona a estos tres tipos de inversores (la expresión significa literalmente "los que están dentro", es decir, aquellos que tienen información de primera mano), han apostado de lleno por sus compañías. En el caso de los máximos ejecutivos del Ibex, las acciones adquiridas en los últimos 12 meses tienen en la actualidad un valor de mercado conjunto de 2.585 millones.
Esta cifra, no obstante, está algo distorsionada por la aportación de Joaquín Rivero. El presidente de Metrovacesa se ha hecho con 17,6 millones de acciones de la inmobiliaria (valoradas en 2.193 millones). La mayor parte de los nuevos títulos son producto de la OPA que lanzó junto a Bautista Soler, con representación en el consejo, sobre el 26% de la compañía, aunque ya antes de esta oferta ambos habían comprado papel en el mercado.
El movimiento de Rivero y Soler responde al enconado pulso que mantienen con Román Sanahuja. El empresario catalán también lanzó una OPA parcial sobre Metrovacesa, operación que, junto a las compras anteriores, ha elevado su paquete en 19 millones de acciones. El resto de consejeros y accionistas (el fondo PGGM, varias cajas de ahorros y Luis Portillo) ha salido del capital o ha rebajado su presencia. La única excepción es José Manuel Lara, dueño de Planeta, quien se hizo en diciembre con el 5% de un valor asfixiado por su pobre liquidez.
Un pulso más amistoso se da en ACS. Florentino Pérez, presidente de la constructora, ha comprado 8,76 millones de acciones y ya controla el 10,02% del capital, frente al 7,54% de hace un año. Al igual que Pérez, los otros dos accionistas de referencia de ACS, Alberto Cortina y Alberto Alcocer, y Corporación Financiera Alba, también se han reforzado en el capital. Los Albertos han adquirido 4,9 millones de acciones adicionales (ya tienen el 12%), mientras que la sociedad de inversión de la familia March afianza su puesto como máximo accionista (20%), tras añadir 7,3 millones de títulos a su paquete. El resto de consejeros parece mantenerse al margen de esta carrera de compras, y sólo el consejero delegado, Antonio García Ferrer, ha elevado su participación en ACS en los últimos 12 meses.
"Señal muy positiva"
Los expertos consideran que las compras de acciones por parte de los insiders constituyen una señal muy positiva. "No hay mayor muestra de confianza en el futuro de la compañía que su máximo ejecutivo compre acciones. En momentos de incertidumbre acerca de la estrategia de una compañía, el mercado valora mucho que los directivos se jueguen su dinero. Esto ha pasado recientemente en Iberdrola y Telefónica, entre otras empresas", apunta Alicia Jiménez, responsable del departamento de análisis de Self Trade.
En el caso de Iberdrola, ha habido mucho movimiento en el último año. Aparte de la entrada de ACS y de las compras adicionales de los otros dos accionistas de referencia, BBK y BBVA, la mayoría de los consejeros ha acudido al mercado para comprar títulos.
Los expertos consideran que este afán por reforzar las participaciones se debe a evitar la dilución que conllevará la ampliación de capital para adquirir Scottish Power. Sin embargo, la gran mayoría de las compras de los consejeros de Iberdrola se hicieron efectivas antes de anunciarse la operación. El ejemplo más claro es el del presidente, José Ignacio Sánchez Galán, que se ha hecho con 210.509 títulos en varias operaciones, una de ellas días antes de la entrada de ACS en la empresa. El consejero de Iberdrola que más títulos ha comprado es Juan Luis Arregui (7,2 millones), y ya controla el 2% del capital. Iberdrola no ha sido la única apuesta de Arregui. El presidente de Ence, en dura pugna con los Albertos, también ha elevado de forma importante su presencia en el accionariado de la papelera.
Por lo que se refiere a Telefónica, el pasado mes de junio, días antes de la junta de accionistas, su presidente, César Alierta, lanzó un mensaje de confianza al mercado al doblar su participación en la compañía. Asimismo, otros consejeros de la operadora como Gonzalo Hinojosa, Fernando Almansa y David Arculus han elevado sus participaciones.
En la gran banca también ha habido movimientos de los insiders. La familia Botín ha recuperado el puesto como primer accionista del Banco Santander. El último folleto continuado remitido a la CNMV señala que el presidente de la entidad, Emilio Botín, que en febrero firmó un pacto de sindicación de acciones junto a sus hijos y los títulos de la Fundación Marcelino Botín, controla entre participación directa, indirecta y representada el 2,23% del capital, frente al 2,16% de diciembre de 2005. La fundación ha adquirido 3,7 millones de acciones en los últimos meses. Otros consejeros como Luis Alberto Salazar, Antonio Basagoiti y Manuel Soto también han comprado títulos, al igual que varios accionistas de referencia como Mutua Madrileña y Generalli.
En el BBVA sus máximos ejecutivos, Francisco González y José Ignacio Gorigolzarri, han elevado su participación en el capital del banco, aunque en su caso se ha debido en gran medida a la decisión de acogerse al programa de reinversión de dividendos en acciones. Otros directivos que han elevado la participación en sus empresas en los últimos 12 meses han sido Antonio Brufau (Repsol y Gas Natural), Manuel Manrique (SyV), Salvador Alemany (Abertis), Juan Béjar (Cintra), Antonio González-Adalid (Enagás), Rafael Montes (FCC), Fernando Conte (Iberia), Javier Monzón (Indra), Luis Atienza (REE) y Alejandro Echevarría (Telecinco).
Aunque sea una señal positiva, ¿es bueno seguir siempre la pista a los insiders para tomar decisiones de inversión? "Hay que tener cuidado, porque pueden pagar primas de control que un pequeño inversor no tiene por qué asumir. Además, su horizonte temporal es a más largo plazo, y cuando se acaban los pulsos entre grandes accionistas el valor corre el peligro de caer", advierte Juan José Fernández-Figares, jefe de análisis de Link Securities.
Ventas significativas en Fadesa
Aunque la tendencia predominante en el último año entre directivos, consejeros y accionistas de referencia en el Ibex 35 ha sido la de reforzar sus participaciones con nuevas compras de títulos, también ha habido operaciones de venta. Algunas de las más significativas se están produciendo en Fadesa. En el último mes, cuatro consejeros de la inmobiliaria gallega (Antonio de la Morena, Manuel Guerrero, Felipa Jove y José Luis Macia) se han deshecho de todas o casi todas sus acciones con ventas en el mercado. Lo llamativo es que lo han hecho a un precio inferior a los 35,7 euros por título que ofrece Martinsa en su oferta. La propuesta de la empresa presidida por Fernando Martín, comunicada el pasado mes de septiembre, cuenta con el beneplácito del principal accionista de Fadesa, Manuel Jove (54,6% del capital), pero todavía no ha sido aprobada por la CNMV. El folleto de la OPA, que se dirige al 100% de las acciones de Fadesa, aún se encuentra en fase de estudio por parte del organismo supervisor.
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